La vida en nuestros tiempos es una constante lucha entre el tener plata, no hacerse gordo, pasarla bien sin morir en el intento y ser atractivos al sexo opuesto, esta perpetua confrontación nos llena de ansiedad, stress, tristeza y agotamiento… y lo peor es que se hace tan terriblemente corta. Este concepto a lo Woody es tan aplicable a la vida del adulto contemporáneo.
Entre los 20 y los 30 años un hombre es un adolescente funcional, está en la merecida etapa de experimentar, salir de fiesta, ligar lo que pueda, irse a la playa con 5 rojos en la bolsa, cortarse el pelo de maneras estúpidas y ponerse ropa de la que luego se arrepentirá. Su única responsabilidad verdadera es no cagarla de modo que esto afecte sus años venideros, ojalá sacar una carrera, conseguir un trabajo y aprender todo lo posible, que no lo echen por llegar de goma, tratar de no pegar una panza, o al menos mantener el número lo más bajo posible, en la medida de lo posible establecer un plancito para comprarse un carro al que no se le caigan partes y buscarse un apartamentito para tener fiestas, meter viejas y aprender lo mínimo de quehaceres domésticos. Nadie espera de un veinteañero que sea un señor, que tenga puestos de liderazgo, ser un ejemplo de padre o proveedor del hogar, casi ningún hombre estará listo antes de esta edad para ser un adulto.
Para los 30 años ya debe ir perfilando una carrera, un área de especialización, ser reconocido como alguien bueno, no llegar oliendo a guaro tres veces por semana, dejar el cigarrillo, dejar de comer las cosas que ya no nos permite el metabolismo, empezar a hacer algún tipo de ejercicio para mantenerse bonito y aplazar el cuerpo de señor por una década, dejar los looks radicales a quienes todavía van a la U, descubrir el traguito conversado y la reunión de casa, el vino, los restaurantes cuyo menaje de cocina no consiste en un freidor, pensar en un lotecito o una casita que deber por los siguientes 15 años, un salario que nos pase de las cabinas a los hoteles, no ir a Expomovil solo a ver a las modelos, hacerse acompañar de una mujer que aparte de bonita te de paz y con quién podría uno verse en el futuro, entender sus necesidades y respetar sus tiempos, darle un lugar prioritario en la vida, ser un caballero, ponerse colonias menos dulces y hacer mejores chistes.
Es a partir de los 40 el pico productivo de los hombres, donde se aspira a los mejores puestos y por tanto mejores salarios, donde se acumulan las cosas compradas durante las décadas pasadas y se goza de estabilidad, seguridad y la posibilidad de comprar buenos regalos e ir a almorzar entre semana a los lugares que antes eran de fin de semana, de llevase a cuatro a la playa. Es también el tiempo donde se comienza a guindar la piel, donde mantener la panza bajo control requiere lo que a los 20 se necesitaba para ir a las olimpiadas, donde la música extrañamente se hace más ruidosa e todo lado, donde estar soltero es sospechoso y divorciado lo normal, el tiempo en que formar una pareja se vuelve una ecuación algebraica entre sus hijos, los míos, su ex, la mía, mi pensión, sus noches libres, mis mañas y las suyas, es un tiempo donde la mayoría de hombres han llegado a la aceptación que su diversión pura y dura ha dejado de ser prioritaria ante retos más importantes. Todo señor que se ha ganado sus cosas en la vida fue un universitario quebrado un par de décadas atrás.
Es un error esperar algo de un hombre de manera extemporánea, normalmente a las mujeres les va mejor con hombres un poquito mayores pero tampoco es una ciencia exacta, nadie debería presionar a un veinteañero a casarse si no le nace, como tampoco debería forzar a ningún cincuentón a ir a bailar Farruko o ponerse pantalones pegados al cuerpo de color verde perico. La naturaleza es sabia, si se van tomando las decisiones correctas se va construyendo una vida en los tiempos apropiados y disfrutando cada paso del camino. Deje que radar interno lo lleve, que no hay corazón traidor a su dueño, si no se ríe con alguien, si requiere luchar contra su voluntad el pasar tiempo juntos o tener sexo, si dos terceras partes del día se la pasan peleando por los temas más innecesarios, si su mayor aspiración es convertir a la otra persona en alguien más, si ha llegado a pensar en el amor como un asunto prescindible, quizás debería reanalizar sus prioridades en la vida.
Total el futuro es tan incierto, y la vida es tan corta que a lo único que podemos aspirar es a ser felices y a hacer felices a los demás.
viernes, 20 de noviembre de 2015
Combate
Yo en serio no veo Combate hace años, pero cuando lo vi recuerdo que era un programilla de juegos de gimnasio, con una producción barata y sin mayores pretenciones, un entretenimiento paradeportivo, como una especie de Gladiadores Americanos artesanales.
No tengo claro que es lo que ofende a tanta gente como para, no solo no verlo, sino demandar que lo retiren de la programación, yo encuentro mas violencia en los noticieros, las transmisiones de los partidos de futbol y esas narconovelas que tanto gustan ahora, veo mas explotación de la figura femenina como objeto en Miss Costa Rica, cualquier comercial transmitido o en las muchachas bonitas que ponen solo para leer mensajes de Twitter.
A mi no me gusta Combate pero no me daña que lo transmitan, si tuviera hijos decidiria si los dejo verlos o no y esperaría que no les gustara por su voluntad. Me parece mas nocivo decidir por todos que se puede y que no se puede ver en televisión desde la torre de mi supuesta superioridad intelectual.
No tengo claro que es lo que ofende a tanta gente como para, no solo no verlo, sino demandar que lo retiren de la programación, yo encuentro mas violencia en los noticieros, las transmisiones de los partidos de futbol y esas narconovelas que tanto gustan ahora, veo mas explotación de la figura femenina como objeto en Miss Costa Rica, cualquier comercial transmitido o en las muchachas bonitas que ponen solo para leer mensajes de Twitter.
A mi no me gusta Combate pero no me daña que lo transmitan, si tuviera hijos decidiria si los dejo verlos o no y esperaría que no les gustara por su voluntad. Me parece mas nocivo decidir por todos que se puede y que no se puede ver en televisión desde la torre de mi supuesta superioridad intelectual.
Los grupos empresariales
Un grupo empresarial muy socialmente responsable le presenta hoy al presidente una serie de recomendaciones para mejorar la situación del país, luego de un consecuente análisis dicen que la clave para salvarnos del inminente apocalipsis está en dejar de pagar anualidades, acabar con la dedicación exclusiva y no reconocerle a los empleados su preparación académica, si estas condiciones no se cumplen ellos no estarían dispuestos a tener ningún tipo de conversación en materia fiscal. Esto significa llevar a la mitad el salario de los profesionales del estado, quienes van a tomar esto con agrado, porque el mejoramiento de la situación del país va a hacer que los alquileres y todos los demás bienes y servicios de la sociedad se reduzcan a mucho menos de la mitad, no se ven venir huelgas ni nada ante lo justo y pertinente que sean empresarios privados los que marquen la pauta en materia de garantías laborales.
Estos son los mismos grupos empresariales que exigen trabajadores con mejor nivel de inglés, servicios más baratos, proliferación de zonas francas, condiciones de seguridad y estabilidad política y se sienten acosados por el fisco y expulsados por la tramitología y los abusivos salarios mínimos, incapaces de competir con los 100 mil pesos al mes que pagarían en Nicaragua. Ya con estas recomendaciones podemos caer en la cuenta que lo único que necesita hacer el estado es recaudar menos dinero y gastar más, pero sin endeudarse o agravar las condiciones sociales del país, o agravándolas pero de manera que ellos no los vean y no les estorbe.
Adicionalmente, Otto Guevara salta en la defensa de los pobres pescadores de las costas costarricenses que tienen su parcelita frente a las playas del pacífico norte, cuyos ingresos apenas le permiten subsistir en Tamarindo y Flamingo, y dice que es una barbaridad que tengan que actualizar el valor fiscal de sus propiedades cada 5 años. Todos sabemos que la línea costera está en manos de pescadores artesanales y no de los grandes desarrolladores turísticos internacionales.
Que suerte que este padre de la patria nos señala lo indebido que es la actualización del valor real de las propiedades, era mucho mejor cuando la gente tenía casas reportadas por 100 mil pesos, máxime los latifundistas, dueños de quebradores, que con costos pueden mantener sus estilo de vida y las capacitaciones de su partido.
Queda claro que todo el peso del déficit fiscal debe cubrirlo el sector público por comer tanta papaya.
Estos son los mismos grupos empresariales que exigen trabajadores con mejor nivel de inglés, servicios más baratos, proliferación de zonas francas, condiciones de seguridad y estabilidad política y se sienten acosados por el fisco y expulsados por la tramitología y los abusivos salarios mínimos, incapaces de competir con los 100 mil pesos al mes que pagarían en Nicaragua. Ya con estas recomendaciones podemos caer en la cuenta que lo único que necesita hacer el estado es recaudar menos dinero y gastar más, pero sin endeudarse o agravar las condiciones sociales del país, o agravándolas pero de manera que ellos no los vean y no les estorbe.
Adicionalmente, Otto Guevara salta en la defensa de los pobres pescadores de las costas costarricenses que tienen su parcelita frente a las playas del pacífico norte, cuyos ingresos apenas le permiten subsistir en Tamarindo y Flamingo, y dice que es una barbaridad que tengan que actualizar el valor fiscal de sus propiedades cada 5 años. Todos sabemos que la línea costera está en manos de pescadores artesanales y no de los grandes desarrolladores turísticos internacionales.
Que suerte que este padre de la patria nos señala lo indebido que es la actualización del valor real de las propiedades, era mucho mejor cuando la gente tenía casas reportadas por 100 mil pesos, máxime los latifundistas, dueños de quebradores, que con costos pueden mantener sus estilo de vida y las capacitaciones de su partido.
Queda claro que todo el peso del déficit fiscal debe cubrirlo el sector público por comer tanta papaya.
Viejo verde
Ojalá fuera solo uno el viejo verde de San José, ojalá no fuera esta sociedad la que fomenta el machismo y la misoginia, que se dejara de promover como un valor los estereotipos patriarcales, que las mujeres dejaran de buscar a quienes las tratan con indiferencia y de criticar a sus congéneres por vestir como les de la gana o llevarse a la cama a quien les venga en bien. Ojalá las madres dejaran de hacerle todo a los hijos y poner a limpiar a las hijas, de criar muchachas para buscarun marido que las mantenga aunque no lo quieran, que dejemos de juzgar a cada género con criterios distintos. Ese viejo es una mierda, pero bien que todos hubieran visto el video, como vieron el de la aulladora o la comenzadita. Todos tenemos tarea pendiente en eso de acabar con el sexismo.
Gerardo Cruz
Me recomendaron ver el Facebook de Gerardo Cruz, el joven que subió el video del famoso viejo verde.
Este muchacho tiene decididamente actitudes heroicas que manifiesta en sus redes sociales con un poco de agresividad e imprudencia tan típica de la juventud. Durante mucho tiempo se ha dedicado a hacer denuncias fotográficas de mujeres que no le ceden su campo a señores en el bus, o taxistas con la maría alterada, o de la inoperancia de la fuerza pública, hace manifiestos en favor de una sociedad armada, se toma fotos sin camisa en sus rutinas de ejercicio, llama a respetar a la mujer a la vez que repostea manifestaciones sobresexuales, como que las mujeres son el mejor desayuno, Parece legítimamente una buena persona, un tipo preocupado y ocupado por tener una mejor sociedad, la forma en que lo hace tiende un poco al exhibicionismo y la confrontación innecesaria, pero de nuevo, esto parece propio de su juventud y la fuerza de sus convicciones.
Pero lo que sí puedo notar es que ahí mismo se puede encontrar como una docena de personas que tendría motivos suficientes para querer atentar contra su vida, el monopolio de sus enemigos no se reduce solo al famoso mirón de Chepe, su valentía para denunciar le ha de haber comprado muchos enemigos, de hecho es de eso que se trata el heroísmo.
Esto lo digo con dos objetivos:
1) que aprendamos a humanizar a nuestros héroes, que veamos personas con virtudes y defectos, capaces de cosas nobles y valientes, rodeados de personas que los quieren y dependen de ellos.
2) que aprendamos a humanizar a nuestros villanos, que veamos personas con virtudes y defectos, capaces de cosas nobles y valientes, rodeados de personas que los quieren y dependen de ellos.
Esto no son los Super Amigos, no podemos juzgar y condenar, lo mismo que no debemos idolatrar ciegamente, ya basta de marchas y de yotambiensoyGerardo, y de invitaciones a más violencia, y de críticas obtusas al país como quién hoy abre los ojos a la violencia criminal. Enviemos toda nuestra energía positiva a Gerardo, esperemos su pronta recuperación, un justo castigo a sus agresores, apoyemos a eliminar la violencia relacionada con los estereotipos de género desde nuestra propia esfera de actuación, camine con cuidado y comprométase con una mejor sociedad. Esa es la forma inteligente de reaccionar ante esto.
Este muchacho tiene decididamente actitudes heroicas que manifiesta en sus redes sociales con un poco de agresividad e imprudencia tan típica de la juventud. Durante mucho tiempo se ha dedicado a hacer denuncias fotográficas de mujeres que no le ceden su campo a señores en el bus, o taxistas con la maría alterada, o de la inoperancia de la fuerza pública, hace manifiestos en favor de una sociedad armada, se toma fotos sin camisa en sus rutinas de ejercicio, llama a respetar a la mujer a la vez que repostea manifestaciones sobresexuales, como que las mujeres son el mejor desayuno, Parece legítimamente una buena persona, un tipo preocupado y ocupado por tener una mejor sociedad, la forma en que lo hace tiende un poco al exhibicionismo y la confrontación innecesaria, pero de nuevo, esto parece propio de su juventud y la fuerza de sus convicciones.
Pero lo que sí puedo notar es que ahí mismo se puede encontrar como una docena de personas que tendría motivos suficientes para querer atentar contra su vida, el monopolio de sus enemigos no se reduce solo al famoso mirón de Chepe, su valentía para denunciar le ha de haber comprado muchos enemigos, de hecho es de eso que se trata el heroísmo.
Esto lo digo con dos objetivos:
1) que aprendamos a humanizar a nuestros héroes, que veamos personas con virtudes y defectos, capaces de cosas nobles y valientes, rodeados de personas que los quieren y dependen de ellos.
2) que aprendamos a humanizar a nuestros villanos, que veamos personas con virtudes y defectos, capaces de cosas nobles y valientes, rodeados de personas que los quieren y dependen de ellos.
Esto no son los Super Amigos, no podemos juzgar y condenar, lo mismo que no debemos idolatrar ciegamente, ya basta de marchas y de yotambiensoyGerardo, y de invitaciones a más violencia, y de críticas obtusas al país como quién hoy abre los ojos a la violencia criminal. Enviemos toda nuestra energía positiva a Gerardo, esperemos su pronta recuperación, un justo castigo a sus agresores, apoyemos a eliminar la violencia relacionada con los estereotipos de género desde nuestra propia esfera de actuación, camine con cuidado y comprométase con una mejor sociedad. Esa es la forma inteligente de reaccionar ante esto.
Los americanos somos los únicos idiotas que, despues de independizarse, siguen festejando el día de su invasión
Todos imaginan a los indios como buenos, mansos y tontos, la verdad es que ellos son como cualquier otro ser humano, habian unos mas nobles que otros, mataron cuantos españoles les fue posible, también tuvieron guerras expansoras entre pueblos nativos por asentarse en tierras mas ricas, cometian actos irracionales en nombre de sus dioses y si hubieran llegado a las costas españolas y tenido el poder, muy seguramente las habrian saqueado y tratado de imponer su cosmovisión. Todo eso del tocador de ocarina, que miraba sabiamente la montaña en perfecta comunión con el universo, es una idea romántica con que nos encanta engañarnos
Violencia contra los hombres
En los últimos días ha ocupado un lugar muy importante en la opinión pública el tema de la violencia de género, el cuál es completamente real y existente. Entiendo la sensibilidad femenina y acepto los testimonios donde alegan lo intimidante y abusivo que puede ser para ellas el caminar por las calles, expuestas a los gritos, piropos pasados de tono, tocadores furtivos, samueleadores tecnológicos, depravados sexualizando todos sus actos, el miedo de montarse a un taxi tarde en la noche, lo molesto de estar expuestas a los avances no deseados, los dobles estándares para el comportamiento de hombres y mujeres y el ser culpabilizadas por toda esta gama de abusos debido a la forma en que visten o se comportan.
Lo que no acepto es cuando dicen esa majadería de: “Solo las mujeres entendemos lo que es la violencia de género a la que nos someten los hombres”, eso me parece un elemento manipulador y absolutamente incorrecto.
Cualquier hombre ha visto o experimentado en carne propia los terribles efectos de la violencia relacionada con los estereotipos de género, y cuando digo violencia me refiero a pichazos, patadas, codazos, botellazos, balazos, puñaladas y lo que se les ocurra. Me refiero también al miedo, a la vergüenza, a la inseguridad, al desprecio, a la soledad y el total rechazo femenino.
Todos vimos como los compañeros amanerados eran acosados y abusados, como nadie salía del closet por miedo, los flaquitos, debilitos o con aficiones distintas eran diariamente vergueados, asaltados, humillados por un grupo de matones, que no casualmente eran los que barrían con todas las muchachas guapas, validando todo el machismo adolescente con sus cuerpos.
Mismo proceso de validación que luego continua con las viejas vagabundas que son educadas para buscar a su macho proveedor, excluyendo en el proceso a hombres trabajadores y decentes, dispuestos a amarlas y luchar por ellas, menospreciando a los débiles de mente que se la pasan inflando tarjetas, comprando celulares con planes infinitos, carros fiados por la mitad de su salario, llevando a otros aún más estúpidos a sumirse en actividades ilegales para cumplir con los inalcanzables estándares que impone esta sociedad de consumo, en que las mujeres son -para su desgracia, pero también por su voluntad- otro bien de consumo.
Esto evidentemente no aplica a todas las mujeres, pero no digamos que es frecuente ver a una muchacha con pinta de modelo montándose a un taxi pirata para ir al Bristol, o compartiendo medio cantonés. Es un hecho lamentable que cada día hay más mujeres que tienen uno guapo para divertirse y otro más viejito para pagarle las cuentas, y lo más triste del caso es que la sociedad justifica por completo este comportamiento, de hecho lo asume como lo normal.
Y aunque las mujeres se quieran atribuir el monopolio de la violencia de género, cada vez que se escuche un ruido en la noche es el hombre quién tiene que ir a jugarse el cuero, el que paga las cuentas, el que se pelea cuando le dicen el piropo vulgar, el que abre las tapas de los frascos de mayonessa, el que necesita el trabajo bueno y el carro caro, el que arregla la tubería, el que se sube al techo a tapar la gotera, el que no puede llorar o expresar sus sentimientos, el que debe llevar siempre la iniciativa en el sexo, y a la vez ser juzgado como el único verdugo en esta sociedad enferma de estereotipos.
Pues no, hombres y mujeres somos tan víctimas como victimarios de esta sociedad de mierda en que nos tocó nacer, y seguimos perpetuando para nuestros hijos, como si la culpa fuera solo de los obreros de construcción.
Lo que no acepto es cuando dicen esa majadería de: “Solo las mujeres entendemos lo que es la violencia de género a la que nos someten los hombres”, eso me parece un elemento manipulador y absolutamente incorrecto.
Cualquier hombre ha visto o experimentado en carne propia los terribles efectos de la violencia relacionada con los estereotipos de género, y cuando digo violencia me refiero a pichazos, patadas, codazos, botellazos, balazos, puñaladas y lo que se les ocurra. Me refiero también al miedo, a la vergüenza, a la inseguridad, al desprecio, a la soledad y el total rechazo femenino.
Todos vimos como los compañeros amanerados eran acosados y abusados, como nadie salía del closet por miedo, los flaquitos, debilitos o con aficiones distintas eran diariamente vergueados, asaltados, humillados por un grupo de matones, que no casualmente eran los que barrían con todas las muchachas guapas, validando todo el machismo adolescente con sus cuerpos.
Mismo proceso de validación que luego continua con las viejas vagabundas que son educadas para buscar a su macho proveedor, excluyendo en el proceso a hombres trabajadores y decentes, dispuestos a amarlas y luchar por ellas, menospreciando a los débiles de mente que se la pasan inflando tarjetas, comprando celulares con planes infinitos, carros fiados por la mitad de su salario, llevando a otros aún más estúpidos a sumirse en actividades ilegales para cumplir con los inalcanzables estándares que impone esta sociedad de consumo, en que las mujeres son -para su desgracia, pero también por su voluntad- otro bien de consumo.
Esto evidentemente no aplica a todas las mujeres, pero no digamos que es frecuente ver a una muchacha con pinta de modelo montándose a un taxi pirata para ir al Bristol, o compartiendo medio cantonés. Es un hecho lamentable que cada día hay más mujeres que tienen uno guapo para divertirse y otro más viejito para pagarle las cuentas, y lo más triste del caso es que la sociedad justifica por completo este comportamiento, de hecho lo asume como lo normal.
Y aunque las mujeres se quieran atribuir el monopolio de la violencia de género, cada vez que se escuche un ruido en la noche es el hombre quién tiene que ir a jugarse el cuero, el que paga las cuentas, el que se pelea cuando le dicen el piropo vulgar, el que abre las tapas de los frascos de mayonessa, el que necesita el trabajo bueno y el carro caro, el que arregla la tubería, el que se sube al techo a tapar la gotera, el que no puede llorar o expresar sus sentimientos, el que debe llevar siempre la iniciativa en el sexo, y a la vez ser juzgado como el único verdugo en esta sociedad enferma de estereotipos.
Pues no, hombres y mujeres somos tan víctimas como victimarios de esta sociedad de mierda en que nos tocó nacer, y seguimos perpetuando para nuestros hijos, como si la culpa fuera solo de los obreros de construcción.
Si usted es de los que ya se resignó a una vida mediocre, si ya tomó la decisión de canjear sus 5 fichas y salir del casino, si cree que no es lo suyo el llevar una vida excepcional, triunfar y tomar el control y orientar su existencia a algo que realmente lo satisfaga, si ese es usted; pues entonces quitese del camino y no le estorbe a los que todavia consideran la felicidad como una posibilidad real. Lleve su pesimismo al boulevard de sus sueños rotos y consuelense mutuamente
Los chatas
Es realmente difícil que la ola de violencia que vivimos hoy no permee nuestras vidas cotidiana. Ya no puedo pasar por enfrente de un barber shop, entrar a una tienda en San José o pasar por un gimnasio o el Mall San Pedro sin asumir que voy a ser víctima colateral de un enfrentamiento a balazos de dos grupos que se disputan el territorio para la venta de drogas. No me puedo montar a un taxi sin estar pendiente de todos los espejos, de las conversaciones telefónicas del conductor, de sus tatuajes carcelarios, cuando manejo de noche siempre estoy pendiente de evitar rutas solitarias, me invade la paranoia cuando veo pasar motos a mi lado, si llego a chocar con porteador le pediré perdón aunque la culpa sea suya.
Los anteojos de borde blanco, las cejas sacadas, las gorras acharoladas y con la visera plana, las camisetas de equipos deportivos, el reggaetón, la bachata, el hip hop, los tatuajes hechos con maquinitas caseras del nombre de los hijos, las estrellitas marineras, las lágrimas, las cadenas de acero. Está sociedad está completamente chatificada. Y no se trata de los lugares adonde asisto, la sensación de inseguridad es mayor cuando los veo en bares u hoteles caros, ojalá rodeados de modelos y tomando grey goose, cuando coincido con ellos y los veo montarse a un Hummer inmediatamente trató de adivinar de donde vendrá la ráfaga de metrallazos.
Yo sé que no son solo ellos los que matan y mueren en líos de drogas, y por supuesto que no todo el que se viste de cierta forma o escucha determinada música es un maleante o un delincuente, sin embargo los estereotipos previenen asaltos, por eso mi instinto me dice que debo de cruzarme la calle, o evitar ciertos lugares, rehuir de algunas compañías o prevenir ciertas situaciones.
En ese punto me encuentro, ahí me han llevado las notas de sucesos, a pensar que en cualquier lugar, a plena luz del día, sin haber hecho nada para merecérmelo podría sucumbir a una bala perdida o ver algo que no debí haber visto y no llegar a contar el cuento. Incluso yo, que como persona racional entiendo que esto siempre ha pasado, que los muertos son en general personas que tomaron decisiones de vida que los llevaron a eso, que esos incidentes se dan principalmente en lugares que no frecuento, aun así vivo en mi propia narconovela, con la rotunda certeza que la policía no va a poder hacer nada por frenar organizaciones criminales que no han podido detener ni la DEA con todos sus recursos, que es una guerra que no se ha ganado en ningún lugar del mundo.
Supongo que me estoy poniendo viejo, pero cada vez disfruto de las cosas más sencillas, cada vez entiendo más que no hay nada que valga lo que mi paz, que el principal lujo que quiero permitirme es el compartir mi tiempo con la gente que quiero y vivir con tranquilidad con lo que pueda ganarme trabajando honestamente. Y los Hummers son muy feos.
Los anteojos de borde blanco, las cejas sacadas, las gorras acharoladas y con la visera plana, las camisetas de equipos deportivos, el reggaetón, la bachata, el hip hop, los tatuajes hechos con maquinitas caseras del nombre de los hijos, las estrellitas marineras, las lágrimas, las cadenas de acero. Está sociedad está completamente chatificada. Y no se trata de los lugares adonde asisto, la sensación de inseguridad es mayor cuando los veo en bares u hoteles caros, ojalá rodeados de modelos y tomando grey goose, cuando coincido con ellos y los veo montarse a un Hummer inmediatamente trató de adivinar de donde vendrá la ráfaga de metrallazos.
Yo sé que no son solo ellos los que matan y mueren en líos de drogas, y por supuesto que no todo el que se viste de cierta forma o escucha determinada música es un maleante o un delincuente, sin embargo los estereotipos previenen asaltos, por eso mi instinto me dice que debo de cruzarme la calle, o evitar ciertos lugares, rehuir de algunas compañías o prevenir ciertas situaciones.
En ese punto me encuentro, ahí me han llevado las notas de sucesos, a pensar que en cualquier lugar, a plena luz del día, sin haber hecho nada para merecérmelo podría sucumbir a una bala perdida o ver algo que no debí haber visto y no llegar a contar el cuento. Incluso yo, que como persona racional entiendo que esto siempre ha pasado, que los muertos son en general personas que tomaron decisiones de vida que los llevaron a eso, que esos incidentes se dan principalmente en lugares que no frecuento, aun así vivo en mi propia narconovela, con la rotunda certeza que la policía no va a poder hacer nada por frenar organizaciones criminales que no han podido detener ni la DEA con todos sus recursos, que es una guerra que no se ha ganado en ningún lugar del mundo.
Supongo que me estoy poniendo viejo, pero cada vez disfruto de las cosas más sencillas, cada vez entiendo más que no hay nada que valga lo que mi paz, que el principal lujo que quiero permitirme es el compartir mi tiempo con la gente que quiero y vivir con tranquilidad con lo que pueda ganarme trabajando honestamente. Y los Hummers son muy feos.
Deberiamos organizar una marcha para buscar fondos que permitar innovar en formas creativas de manifestarse, comprar camisetas de un color publicitable y abrir espacios constructivos que le den a las personas algo que hacer los domingos temprano, para que no tengan que ir a pararse cada fin de semana a Chepe, a generar ruido en redes sociales y verse bronceados y politicamente correctos También serviria para crear conciencia sobre la existencia y promover la detección temprana del exhibicionismo bombetisticus sobresensibilis facebookeanido, que cada año superficializa millones de causas importantes. Recuerde, un oportuno autoexamen evita la proliferacion de hashtags.
La adolescencia y el colegio
Una norma casi infalible de la vida: La adolescencia y el colegio nos marca a todos de por vida, por eso si usted ve a una mujer bonita o un mae guapo, con una ridícula obsesión de ser públicamente relacionado con parejas considerados mayoritariamente como físicamente atractivas, subiendo fotos al facebook, regodeándose por los bares o haciendo despliegue público desproporcionado, está haciendo un esfuerzo compensatorio por demostrar que finalmente ingresó al grupo de los guapos, porque seguramente fue catalogada/o como feo durante sus años de secundaria y conserva algún complejo de feo que le atormenta. Lo mismo pasa con los que suben fotos de su carro de marca, su piscina, de sus recién adquiridos abdominales, los que terminan y ponen fotos de sus amigas insinuando que son sus ligues, los que se exceden en mensajes de paz y zen, fotos de comidas y vino, los que sobreevidencian lo felices que son en sus empleos/relaciones/dinámica familiar etc.
No está mal el mostrar el lado bueno de sus vidas, tampoco es necesario socializar los problemas, pero no miente aquel famoso refrán: “Dime de que presumes y te diré de que careces”
No está mal el mostrar el lado bueno de sus vidas, tampoco es necesario socializar los problemas, pero no miente aquel famoso refrán: “Dime de que presumes y te diré de que careces”
Opinemos de fútbol
"Ya que tanto me han preguntado voy a externar mi opinión sobre la derrota de Saprissa... no me quedé sin internet... aquí estoy dando la cara por mi equipo... había estado guardándome esta idea pero hoy me resulta imposible seguir callando"
Por el amor de Dior, a nadie le importa lo que usted piense sobre el tema, no tiene absolutamente nada nuevo que aportar, su opinión no es más que el eco de los ya de por si obvios comentarios de los charlatanes que maman micrófono en la radio y el tele, usted no es un generador de opinión de ningún tipo, el mundo seguirá girando si no llegara a revelarse su verdad sobre el tema, la Junta Directiva de Saprissa no va a tomar ninguna decisión a partir sus pobres ideas, no va a motivar, retar o afectar de ninguna forma a los jugadores con sus apodos o memes. Entiéndelo, Saprissa perdió, usted no, usted no es parte de la organización. Usted vio el partido desde su sillón comiendo picaritas, es libre de opinar, burlarse o indignarse, pero esto no va a cambiar ninguna cosa.
Por el amor de Dior, a nadie le importa lo que usted piense sobre el tema, no tiene absolutamente nada nuevo que aportar, su opinión no es más que el eco de los ya de por si obvios comentarios de los charlatanes que maman micrófono en la radio y el tele, usted no es un generador de opinión de ningún tipo, el mundo seguirá girando si no llegara a revelarse su verdad sobre el tema, la Junta Directiva de Saprissa no va a tomar ninguna decisión a partir sus pobres ideas, no va a motivar, retar o afectar de ninguna forma a los jugadores con sus apodos o memes. Entiéndelo, Saprissa perdió, usted no, usted no es parte de la organización. Usted vio el partido desde su sillón comiendo picaritas, es libre de opinar, burlarse o indignarse, pero esto no va a cambiar ninguna cosa.
Apreciaciones de San José desde la ventana del bus
Hoy tenía restricción vehicular y tiempo para llegar a la oficina, me fui a esperar lo que llegara primero entre un taxi y un bus, y pasó el de Florida-San José y me vine para el trabajo. Hay ciertas cosas que solo se aprenden viajando en bus
1. El servicio de transporte público es bueno, el bus pasa cada 5 minutos, cuesta 245 colones, encontrás campo para ir sentado y la gente respeta los asientos específicamente destinados a adultos mayores, mujeres embarazadas o personas con algún tipo de discapacidad que lo requiera, cuando no viaja nadie con estas condiciones, estos espacios permanecen vacíos.
2. El chofer del bus vende la Teja, así que uno paga con mil pesos y puede pedir el periódico y leerlo en lo que dura el camino, o ver los culos, lo que mejor le resulte. Esto explica en mucho la masiva venta de este diario, y hace entender por qué el contenido es tan superficial y ligero, está diseñado para ser leído en lo que dura la lata en llevarlo a Chepe.
3. En el bus viaja todo el mundo, la mayoría son trabajadores con su loncherita de almuerzo, revisando el Facebook por el celular, oliendo a versiones piratas colonias de marca. La muchacha que se sentó a mi lado tenía pinta de todo menos de políglota, pero en el transcurso compartido mandó mensajes de voz por whatsapp en tres idiomas.
4. San José es una ciudad fea, sucia, desordenada y maloliente. Yo sé que no existe una relación comprobable entre pobreza y desaseo, pero la realidad hace difícil argumentar contra este estereotipo, la gente camina y tira las bolsas al suelo aun teniendo basureros en cada cuadra, los caños están colapsados por paquetes, tetrabrick, colillas de cigarro y otras cosas que no tuve voluntad o entrañas para dictaminar. La gente parece no bañarse muy a menudo o con mucho cuidado, huelen mal, visten mal y escupen todo el tiempo en el piso.
5. Aquel que dice que la policía municipal brutaliza a los pobres vendedores ambulantes que solo tratan de ganarse la vida, lo dice porque nunca ha puesto un pie en la Avenida Central. La ciudad está completamente tomada al punto que es casi imposible caminar. Aunque quedan algunos cuantos productores o artesanos que ofrecen su trabajo honesto, la mayoría de los vendedores son vagabundos, con pintas de maleante, tennis de marca, siempre sentados, que venden chucherías chinas de muy mal gusto, cigarrillos y películas piratas. Peor aún, cada vez hay más que venden comidas en las condiciones más insalubres posibles, nacatamales, quesillo, empanadas, cosa de horno con chileras donde todo el mundo mete mano, te dan la comida con los mismos dedos que te reciben el dinero. Sus consumidores han de haber desarrollado anticuerpos sobrehumanos, y perdurarán más que yo en una época postapocalítica, pero este humilde ciudadano con seguridad moriría si llego a poner una migaja de cualquiera de estas cosas en mi boca.
6. San José es un caparazón ocupado y una ciudad fantasma en sus entrañas, hay segundos, terceros, cuartos y quintos pisos desocupados en cada cuadra. Los primeros pisos son ocupados –según la cuadra- por cadenas de comida rápida, empresas telefónicas, AMPMS, musmannis, tiendas de ropa deportiva con esos muchachos que lo acosan por 50 metros ofreciéndole sus productos casi bajo amenaza, megaalmacenes de ropa, bisutería o checheres para el hogar importados de países del cuarto mundo, panaderías y carnicerías colombianas, las pequeñas ventanas tienen ventas de artículos relacionados con la telefonía celular con nombres como Ofercell. No hay nada tico y criollo, no se encuentra una soda, una cafetería, una tienda de ropa producida en el país, una pulpería, una verdulería, los negocios han salido por completo de las manos del pequeño empresario nacional, San José representa muy pobremente a Costa Rica en todo sentido.
7. De alguna manera, o nos están tramando a todos o están alimentando a los pobres con sobrantes de la guerra del golfo. Mientras Wallmart promociona en sus miércoles frescos un bisteck de cerdo a 6 mil colones kilo, el filet de tilapia a 8 mil colones, 600 gramos de chorizo por 3 mil pesos o la pera a 3095 por cada mil gramos, en Chepe encuentra medio kilo de pollo por 800 pesos, mortadela popular a mil pesos kilos, 8 manzanas por mil colones y tres baguettes por 995.
8. La degradación social es cada vez más notoria, San José se ha convertido en un punto que ignorar mientras ponemos los aeropuertos lo más cerca posible de las playas, no hay ningún plan operando para dar respuesta o hacer mínimamente más habitable la que fuera una ciudad linda. Parece que con la llegada de este apocalipsis zombie no nos queda más remedio que tomar nuestras cosas y huir hacia el oeste.
1. El servicio de transporte público es bueno, el bus pasa cada 5 minutos, cuesta 245 colones, encontrás campo para ir sentado y la gente respeta los asientos específicamente destinados a adultos mayores, mujeres embarazadas o personas con algún tipo de discapacidad que lo requiera, cuando no viaja nadie con estas condiciones, estos espacios permanecen vacíos.
2. El chofer del bus vende la Teja, así que uno paga con mil pesos y puede pedir el periódico y leerlo en lo que dura el camino, o ver los culos, lo que mejor le resulte. Esto explica en mucho la masiva venta de este diario, y hace entender por qué el contenido es tan superficial y ligero, está diseñado para ser leído en lo que dura la lata en llevarlo a Chepe.
3. En el bus viaja todo el mundo, la mayoría son trabajadores con su loncherita de almuerzo, revisando el Facebook por el celular, oliendo a versiones piratas colonias de marca. La muchacha que se sentó a mi lado tenía pinta de todo menos de políglota, pero en el transcurso compartido mandó mensajes de voz por whatsapp en tres idiomas.
4. San José es una ciudad fea, sucia, desordenada y maloliente. Yo sé que no existe una relación comprobable entre pobreza y desaseo, pero la realidad hace difícil argumentar contra este estereotipo, la gente camina y tira las bolsas al suelo aun teniendo basureros en cada cuadra, los caños están colapsados por paquetes, tetrabrick, colillas de cigarro y otras cosas que no tuve voluntad o entrañas para dictaminar. La gente parece no bañarse muy a menudo o con mucho cuidado, huelen mal, visten mal y escupen todo el tiempo en el piso.
5. Aquel que dice que la policía municipal brutaliza a los pobres vendedores ambulantes que solo tratan de ganarse la vida, lo dice porque nunca ha puesto un pie en la Avenida Central. La ciudad está completamente tomada al punto que es casi imposible caminar. Aunque quedan algunos cuantos productores o artesanos que ofrecen su trabajo honesto, la mayoría de los vendedores son vagabundos, con pintas de maleante, tennis de marca, siempre sentados, que venden chucherías chinas de muy mal gusto, cigarrillos y películas piratas. Peor aún, cada vez hay más que venden comidas en las condiciones más insalubres posibles, nacatamales, quesillo, empanadas, cosa de horno con chileras donde todo el mundo mete mano, te dan la comida con los mismos dedos que te reciben el dinero. Sus consumidores han de haber desarrollado anticuerpos sobrehumanos, y perdurarán más que yo en una época postapocalítica, pero este humilde ciudadano con seguridad moriría si llego a poner una migaja de cualquiera de estas cosas en mi boca.
6. San José es un caparazón ocupado y una ciudad fantasma en sus entrañas, hay segundos, terceros, cuartos y quintos pisos desocupados en cada cuadra. Los primeros pisos son ocupados –según la cuadra- por cadenas de comida rápida, empresas telefónicas, AMPMS, musmannis, tiendas de ropa deportiva con esos muchachos que lo acosan por 50 metros ofreciéndole sus productos casi bajo amenaza, megaalmacenes de ropa, bisutería o checheres para el hogar importados de países del cuarto mundo, panaderías y carnicerías colombianas, las pequeñas ventanas tienen ventas de artículos relacionados con la telefonía celular con nombres como Ofercell. No hay nada tico y criollo, no se encuentra una soda, una cafetería, una tienda de ropa producida en el país, una pulpería, una verdulería, los negocios han salido por completo de las manos del pequeño empresario nacional, San José representa muy pobremente a Costa Rica en todo sentido.
7. De alguna manera, o nos están tramando a todos o están alimentando a los pobres con sobrantes de la guerra del golfo. Mientras Wallmart promociona en sus miércoles frescos un bisteck de cerdo a 6 mil colones kilo, el filet de tilapia a 8 mil colones, 600 gramos de chorizo por 3 mil pesos o la pera a 3095 por cada mil gramos, en Chepe encuentra medio kilo de pollo por 800 pesos, mortadela popular a mil pesos kilos, 8 manzanas por mil colones y tres baguettes por 995.
8. La degradación social es cada vez más notoria, San José se ha convertido en un punto que ignorar mientras ponemos los aeropuertos lo más cerca posible de las playas, no hay ningún plan operando para dar respuesta o hacer mínimamente más habitable la que fuera una ciudad linda. Parece que con la llegada de este apocalipsis zombie no nos queda más remedio que tomar nuestras cosas y huir hacia el oeste.
Rigor
Me pasa con alguna frecuencia, asisto a actividades de estudiantes desde los más chiquillos hasta los más grandes y veo muchas presentaciones artísticas, al final de cada acto siempre son felicitados y elogiados, y claro que lo merecen pero he visto cosas horribles ser reconocidas.
Entonces pesé que quizás ese sea un vicio de nuestro país, no somos un país exigente, riguroso y demandante. Creo que al final de cuentas le hacemos más daño a un estudiante en periodo formativo si le decimos que todo estuvo perfecto cuando desafinó, se olvidó la letra o no coordinó la coreografía. Los hacemos creer que con lo que hicieron es suficiente, en vez de señalarle sus errores, corregirlos e impulsarlos a que se esfuercen más.
Es por eso que los niños luego tienen la dermis tan sensible, que no somos capaces de recibir una crítica sin tomarla de manera personal, sin pensar que la otra persona nos tiene entre ojos, o nos envidia, cuando la realidad es que no nos estamos esforzando lo suficiente, o definitivamente no tenemos las aptitudes para destacar en eso.
Por eso pienso que cuando tenga hijos trataré de enseñarles que si pueden aspirar a cualquier meta, pero el cumplimiento de estos sueños es directamente relativo al esfuerzo que empleen en conseguirlo y su talento, que con soñar y creer no es suficiente. También que sepan cuando han alcanzado su techo, como por más que lo queramos no todos pueden ser Messi u Obama, que hay gente excepcional y aún ellos tienen que empeñar su tiempo y esfuerzo para llegar a ese sitio donde son tan pocos los asientos.
Claro, que esto no va a ser tan necesario porque mis hijos van a ser los mejores en todo, obvio.
Entonces pesé que quizás ese sea un vicio de nuestro país, no somos un país exigente, riguroso y demandante. Creo que al final de cuentas le hacemos más daño a un estudiante en periodo formativo si le decimos que todo estuvo perfecto cuando desafinó, se olvidó la letra o no coordinó la coreografía. Los hacemos creer que con lo que hicieron es suficiente, en vez de señalarle sus errores, corregirlos e impulsarlos a que se esfuercen más.
Es por eso que los niños luego tienen la dermis tan sensible, que no somos capaces de recibir una crítica sin tomarla de manera personal, sin pensar que la otra persona nos tiene entre ojos, o nos envidia, cuando la realidad es que no nos estamos esforzando lo suficiente, o definitivamente no tenemos las aptitudes para destacar en eso.
Por eso pienso que cuando tenga hijos trataré de enseñarles que si pueden aspirar a cualquier meta, pero el cumplimiento de estos sueños es directamente relativo al esfuerzo que empleen en conseguirlo y su talento, que con soñar y creer no es suficiente. También que sepan cuando han alcanzado su techo, como por más que lo queramos no todos pueden ser Messi u Obama, que hay gente excepcional y aún ellos tienen que empeñar su tiempo y esfuerzo para llegar a ese sitio donde son tan pocos los asientos.
Claro, que esto no va a ser tan necesario porque mis hijos van a ser los mejores en todo, obvio.
Macarthismo ciudadano
Macarthismo ciudadano (mccarthismo, maccarthismo o macartismo) es un término que utilizo en referencia a acusaciones públicas airadas de deslealtad, subversión o traición a la patria sin el debido respeto a un proceso legal justo donde se respeten los derechos de determinada organización o ciudadano. Se origina en un episodio de la historia de Estados Unidos que se desarrolló entre 1950 y 1956 durante el cual el senador Joseph McCarthy (1908-1957) desencadenó un extendido proceso de delaciones, acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas, chavistas, sindicalistas o llanamente empleados públicos. Los sectores que se opusieron a los métodos irregulares e indiscriminados de McCarthy denunciaron el proceso como una «caza de brujas» y llevó al destacado dramaturgo Arthur Miller a escribir su famosa obra Las brujas de Salem (1953).
En la actualidad es frecuente verlo con llamados a la represión y la violencia desde la comodidad de las propias oficinas, por parte de las autoridades contra grupos manifestantes, exigiendo el levantamiento de cualquier tipo de bloqueo, aún cuando la semana pasada corrieron una media maratón por el Paseo Colón.
En la actualidad es frecuente verlo con llamados a la represión y la violencia desde la comodidad de las propias oficinas, por parte de las autoridades contra grupos manifestantes, exigiendo el levantamiento de cualquier tipo de bloqueo, aún cuando la semana pasada corrieron una media maratón por el Paseo Colón.
No quiero parecer ofensivo
No quiero parecer ofensivo con ustedes, pero estoy seguro que la mayoría me comprenderá:
Cada día me importa menos lo que ustedes piensen.
Y no es mala leche, en serio, es que cada día baso mis actos menos en la impresión que puedan causar en los grupos grandes de gente, cada día estoy menos pendiente de la moda o la tendencia, reparto mi tiempo entre menos gente aunque hay muchos que quisiera ver más a menudo, cada vez enfoco mis ingresos en las cosas que me hacen feliz a mi, evito los eventos masivos, entro en menos chismes, corto con más facilidad a las personas que me resulten fuente de conflicto o llanamente tóxicas, mis noches son cada vez más de mesas de menos de 6 personas o de viajes de a dos, cada día soy menos popular y me preocupa menos.
No se si será lo correcto, o lo natural, o simplemente algo que pasó, pero cada día me importan menos los muchos, y me importan más los míos.
Cada día me importa menos lo que ustedes piensen.
Y no es mala leche, en serio, es que cada día baso mis actos menos en la impresión que puedan causar en los grupos grandes de gente, cada día estoy menos pendiente de la moda o la tendencia, reparto mi tiempo entre menos gente aunque hay muchos que quisiera ver más a menudo, cada vez enfoco mis ingresos en las cosas que me hacen feliz a mi, evito los eventos masivos, entro en menos chismes, corto con más facilidad a las personas que me resulten fuente de conflicto o llanamente tóxicas, mis noches son cada vez más de mesas de menos de 6 personas o de viajes de a dos, cada día soy menos popular y me preocupa menos.
No se si será lo correcto, o lo natural, o simplemente algo que pasó, pero cada día me importan menos los muchos, y me importan más los míos.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
martes, 17 de noviembre de 2015
Arabia Saudita
Parece
de común conocimiento para nosotros los occidentales que todo musulmán está
loco y es posiblemente un terrorista, que la labor de EEUU –como gendarme del
mundo- es imponer a fuego y sangre la democracia como única forma válida de
gobierno. Por eso fue de gran valor la invasión a Afganistán, el derrocamiento
de Hussein, la condena a Assad, que ahora se convirtió en apoyo militar a Assad
contra el Estado Islámico. Netanyahu ha sido muy claro, lo mismo que Cameron,
Hollande y Obama, esas formas tiránicas son inaceptables, occidente no puede
tolerar semejantes omisiones a los derechos humanos.
La
existencia de petróleo parece ser irrelevante, se trata de un asunto de
justicia, libertad y paz, dicen los líderes de este lado del mundo.
Excepción
a la regla parece ser Arabia Saudita, que debe ser el país que más incumple con
los derechos humanos en el mundo árabe. La tortura y el maltrato, los golpes,
la suspensión por las extremidades, la privación del sueño, son recursos
normalmente empleados contra personas que no han sido condenadas, o incluso no
le han sido formulados cargos.
Es
uno de aproximadamente treinta países en el mundo que incluye el castigo físico entre sus penalidades legales. Algunos crímenes menores como el
“desvío sexual” o la embriaguez son castigados con azotes. En los 2000, se
informó sobre mujeres sentenciadas a ser azotadas por causa de adulterio;
realmente, las mujeres eran víctimas de violación, pero como no podían probar
quienes eran los abusadores, fueron consideradas culpables de cometer
adulterio.
Impone
la pena capital,
en algunos casos mediante decapitación. La pena de muerte puede ser impuesta
por una amplia gama de delitos incluyendo el asesinato, la
violación, el robo a mano armada, el uso reiterado de drogas, la apostasía, el adulterio, la brujería o hechicería y puede ser ejecutada mediante
decapitación con una espada, lapidación o fusilamiento, seguido de crucifixión. En cinco años
casi 500 personas han sido condenadas a la pena de muerte.
Hombres
y mujeres países como Bangladesh, India, Sri
Lanka, La India, Nepal, Paquistán, Filipinas, Indonesia, Sudán, Etiopía y otros
países, viajan voluntariamente a Arabia Saudita como empleados
domésticos y otros trabajos de bajo nivel de calificación, pero algunos
posteriormente enfrentan condiciones laborales de servidumbre cercanas a la
esclavitud. Las mujeres son
traficadas hacia Arabia Saudita con fines de explotación sexual; otras son secuestradas y forzadas a
ejercer la prostitución luego de haber escapado de empleadores abusivos. Hay
hombres que contraen matrimonio con niñas de 7 años, que luego pasan a su poder
en condiciones de esclavitud.
Por
razones sociales, las mujeres sólo representan el 5 % de la fuerza de
trabajo en Arabia Saudita, el porcentaje más bajo del mundo, el trato de
las mujeres ha sido caracterizado como “segregación sexual” y
"apartheid de
género". Se cree que el lugar de la mujer es el hogar,
cuidando a su esposo y familia, es el único país del mundo donde las mujeres no
tienen permitido conducir vehículos automotores.
Arabia
Saudita mantiene en vigencia el sistema de tutela masculina, mediante el cual,
las mujeres no gozan del derecho de tomar decisiones acerca de aspectos de su
vida, tales como los relacionados con la educación, la salud, el desarrollo de
actividades comerciales, la realización de viajes, el trabajo, la adquisición
de ciertos bienes o aún la realización de trámites ante organismos públicos o
privados. Estas decisiones deben ser tomadas por el hombre bajo cuya tutela se
encuentran: padre, esposo, hermano o, incluso, hijo.
La
legislación de Arabia Saudita no reconoce la libertad religiosa. La práctica
pública de credos no musulmanes está prohibida de modo específico. Este país es
un claro ejemplo de apartheid religioso. Las instituciones religiosas desde los
clérigos del gobierno a los jueces, a los planes de estudios religiosos, y
todas las instrucciones religiosas en los medios de comunicación se limitan a
la comprensión wahhabí del Islam, a la cual adhiere menos del 40% de la
población.
Los
medios de comunicación reciben una fuerte censura por parte del gobierno
saudita a los efectos de prevenir la difusión de contenidos de oposición
política o de cualquier naturaleza que en opinión de las autoridades resulte
ofensivo de la cultura wahhabi o de la moral islámica.
Arabia
Saudita no reconoce los derechos del colectivo LGBT. La homosexualidad
está castigada con penas de prisión, castigo corporal e incluso pena capital.
Ah, pero
a Arabia Saudita no hay que hacerle nada, porque los árabes son amiguitos.
De lo que hablan los periodistas
Yo recuerdo aquellos años allá por el 99, cuando un grupo de mocosos queríamos ser periodistas, algunos quería salir en tele, otros quería cubrir a la sele para satisfacer una frustración deportiva pero la mayoría queríamos ser periodistas. Y teníamos buenos profesores, y un director de carrera con una trayectoria respetable, y nos sentábamos las horas eternas a hablar de fiesta y culos, pero también a hablar de lo que pasaba en el mundo.
Con un nivel quizás superficial o poco analítico, pero hablábamos del combo, y vacilábamos de la caída de las torres gemelas, y conocíamos los problemas del país y de los medios, y teníamos nuestras hipótesis sobre cómo solucionarlos (muy probablemente equivocadas y facilistas, pero las teníamos).
Yo me pregunto: en las redacciones o salas de prensa hoy se habla de periodismo? Se habla de actualidad? Hoy los periodistas leen los periódicos y ven noticieros internacionales? O estamos demasiado Keylor, demasiado Sex tape, demasiado chisme de esquina para preocuparnos intencionalmente por la materia de nuestro trabajo?
Entiendo que no se puede pasar todo el día en temas sobrios, pero si el acontecer noticioso no es parte de su voluntaria preocupación, quizás usted se equivocó de carrera, o los medios e equivocaron de curriculum, y eso se está notando en los medios y la sociedad.
Con un nivel quizás superficial o poco analítico, pero hablábamos del combo, y vacilábamos de la caída de las torres gemelas, y conocíamos los problemas del país y de los medios, y teníamos nuestras hipótesis sobre cómo solucionarlos (muy probablemente equivocadas y facilistas, pero las teníamos).
Yo me pregunto: en las redacciones o salas de prensa hoy se habla de periodismo? Se habla de actualidad? Hoy los periodistas leen los periódicos y ven noticieros internacionales? O estamos demasiado Keylor, demasiado Sex tape, demasiado chisme de esquina para preocuparnos intencionalmente por la materia de nuestro trabajo?
Entiendo que no se puede pasar todo el día en temas sobrios, pero si el acontecer noticioso no es parte de su voluntaria preocupación, quizás usted se equivocó de carrera, o los medios e equivocaron de curriculum, y eso se está notando en los medios y la sociedad.
Neoantinacionalismo 2015
Buscar cualquier información que desprestigie al país y repostearla..
Frotarse las manos cuando:
Somos considerados el país más miserable del globo
Baja el índice de confiabilidad de las pruebas de embarazo
Quedamos de último entre las naciones con menor cantidad de marcas de aderezo ranch
Ser los vergonzosos dueños de los chicharrones más grasosos de Costa Rica y los paises nórdicos y antárticos.
La crónica de un turista canadiense que fue asaltado tras quedar inconciente con 4 putas en el hotel del Rey
La selección master de empleados aduaneros fue goleada en su enfrentamiento ante sus similares mexicanos
La menor incidencia de zurdos por kilómetro cuadrado, en países que estuvieron dispuestos a completar esta encuesta escribiendo con la mano derecha atada a las espaldas.
Número uno en recaidas gripales
El despido de un jalabolsas en la pulpe del chino
La capital consagrada a un santo que sea padre de Jesús más desordenada y peligrosa
Un muerto más en la carrera por ser el año impar más violento desde el 2014
Mister Real Universe
El presidente sin ningún tipo de superpoder
En fin, encontrar satisfacción en cualquier cosa que nos haga creer que si no soy plenamente feliz, es por culpa de mi país, consuelo de tontos, que llaman
Frotarse las manos cuando:
Somos considerados el país más miserable del globo
Baja el índice de confiabilidad de las pruebas de embarazo
Quedamos de último entre las naciones con menor cantidad de marcas de aderezo ranch
Ser los vergonzosos dueños de los chicharrones más grasosos de Costa Rica y los paises nórdicos y antárticos.
La crónica de un turista canadiense que fue asaltado tras quedar inconciente con 4 putas en el hotel del Rey
La selección master de empleados aduaneros fue goleada en su enfrentamiento ante sus similares mexicanos
La menor incidencia de zurdos por kilómetro cuadrado, en países que estuvieron dispuestos a completar esta encuesta escribiendo con la mano derecha atada a las espaldas.
Número uno en recaidas gripales
El despido de un jalabolsas en la pulpe del chino
La capital consagrada a un santo que sea padre de Jesús más desordenada y peligrosa
Un muerto más en la carrera por ser el año impar más violento desde el 2014
Mister Real Universe
El presidente sin ningún tipo de superpoder
En fin, encontrar satisfacción en cualquier cosa que nos haga creer que si no soy plenamente feliz, es por culpa de mi país, consuelo de tontos, que llaman
Entonces durante los gobiernos de: Daniel Oduber, Rodrigo Carazo, Luis Alberto Monge, Oscar Arias, Rafael Angel Calderón, José María Figueres Olsen, Miguel Ángel Rodriguez, Abel Pacheco, Oscar Arias de nuevo, Laura Chinchilla Miranda y todavia el año pasado, nosotros le pagamos la millonaria fiestica de fin de año a los empleados de Recope?
Legalización
Me encanta como los opinólogos han resuelto el problema del narcotráfico legalizando el uso de todas las drogas desde su MacBook pro, citando ejemplos descontextualizados y generalmente pensando en la marihuana cuando dicen droga.
Y no hay ningún problema con legalizar la marihuana, de hecho debió hacerse hace mucho tiempo. Se trata de un producto natural, con mínimas consecuencias negativas a la salud, cuyo cultivo y comercialización podría traer activación económica de zonas deprimidas, generar una entrada a nivel fiscal, evitarnos el desgaste que produce su combate, estimular el turismo y que en general las personas bajo los efectos de la marihuana son más bien pasivos y relajados (a diferencia de los borrachos, por ejemplo).
El problema nace cuando sobrepasamos la barrera de la mota o el hashis y empezamos a adentrarnos al terreno de las drogas duras. Yo no sé hasta qué punto como sociedad queremos legalizar la cocaína, el crack, el bazuko, el Crystal Meth o las drogas químicas duras, o si hemos meditado lo suficiente en el costo para la salud pública de esto, si analizamos que el consumo de cocaína aumenta por 13 el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular súbito, que son altamente adictivos y que el consumo de esas drogas baratas como el crack hace que la gente se vea como se ven los al rededores del Mercado Borbón cualquier día a las 11 de la mañana.
Yo asumo que es porque la mayoría de las personas que opinan que es más dañino el cigarrillo, o que produce el mismo efecto que el prozac, o que más personas mueren al año de cirrosis que de sobredosis, han tenido la suerte de no convivir en un mundo donde existen los piedreros, periqueros y narcos. Eso no es cierto, el perico no es prozac y fumar piedra no es menos dañino que fumar un cigarrillo.
Varias cosas, en primer lugar la libertad individual no es todo, de alguna forma hemos llegado a un contrato social en donde el Estado funciona como un ente rector de las relaciones entre las personas, motivo por el cuál le hemos cedido la posibilidad de restringirnos algunas cosas y prohibirnos otras, para procurar en lo posible la paz. Por eso, y aunque la música no es nada malo, no podemos poner bachata a todo volumen hasta las 3 de la mañana en un barrio donde la mayoría tiene que trabajar a las 8, o las fuerzas del orden hacen lo posible por persuadirnos a comer sano o a que no saltemos del puente de Los Anonos, o aunque la gasolina es legan no podemos incluirla en el menú de un bar.
Y es que eso de tomar gasolina no está nada lejos del caso real, la cocaína es un alcaloide que se extrae de las hojas de coca (que también deberían ser legales) que dependiendo de su concentración pueden tener desde un efecto relajante, a uno anestésico o el de poner a la gente pegadísima para seguir la fiesta tres días. Hay países que consideran legal el uso médico de la cocaína, que pasan por procesos salubres de fabricación y es ridículamente cara (Alemania, por ejemplo), se procesa con ácidos con bases químicas puras en una concentración muy cuidada y se administra bajo estricto control farmacéutico. La cocaína esa de los narcos no, la secan con keroseno o diésel, la mezclan con una serie de químicos como bicarbonato y en su camino a la nariz del pueblo va sumando cochinadas mientras e va convirtiendo en perico, tal es el caso de aspirina, polvo de ladrillo y en algunos caso hasta vidrio molido. Así que la cocaína está como en la parte de arriba de la pirámide de consumo, y lo que llega a la base es ese asqueroso sobrante de la olla que se hace sin ningún control sanitario, o de niveles de toxicidad, que le funde el cerebro a los piedreros y los convierte en esa especie de zombies que cuidan carros o se roban lo que puedan para poderse dar un pipazo que les quite el frio, el hambre y satisfaga un poco ese irrefrenable ímpetu que químicamente se desarrolla en su organismo. Quienes conocemos a una persona que empezó a fumar crack sabemos cómo está al cabo de un año, el crack no es guaro, te aparta de la sociedad y hace imposible su reincorporación después de pasado cierto umbral.
Si quisiéramos pensar en drogas duras que se vendieran legalmente tendríamos que someterlas a los mismo estándares sanitarios que las medicinas, el licor, o las bolsas de platanitos, mínimos que garanticen que un producto no nos va a amatar súbitamente o más allá de que tanto estamos dispuestos a ser matados como consumidores informados. Por tanto la cocaína pasaría a ser carísma, un gramo de coca pasaría de costar los menos de 10 rojos que cuesta ahorita a costar lo que paga Lamar Odom o los oftalmólogos alemanes que lo compran legalmente. Es decir, o todos los periqueros se pegan la lotería o seguirán comprando una versión clandestina barata, de baja calidad y producida de manera ilegal, la que seguiría circulando por las redes de tráfico que funcionan hoy en día, por lo que nuestras autoridades tendrían que seguir con la guerra contra el narco, solo que ahora no sería por temas de tráfico de sustancias ilícitas sino para combatir el contrabando.
Es igual que el caso del Chivas Regal pirateado que hacen en Panamá, el chirrite o el chinchibí que hacen con ratones muertos y ácido de batería, solo que con redes más grandes y normalmente más sanguinarias. Las grandes empresas farmacéuticas habrían creado un buen nicho de expansión, al igual que algunos comerciantes que puedan cumplir con los requisitos, pero nada más. Cualquiera que conozca vendedores de droga a cualquier escala (como los veía por decenas cuando tuve el bar) sabemos que no van a pasar con la legalización a ser honestos empresarios o retirarse a otra línea laboral más honesta. Ninguno de los 500 muertos de este año, o los victimarios de estos, van a ir a Tributación a inscribirse y al Ministerio de Salud a aportar la documentación para cumplir con los ISOs necesarios para tener su pyme. Ellos van a seguir moviendo la droga de la misma forma, ampliando su mercado de la misma forma, definiendo su dominio de la misma forma y matando gente de la misma forma.
Mienten los que dicen que es el caso de California o de Amsterdam, ellos legalizaron bajo un marco regulatorio las drogas legalizables, hay un montón de gente presa en cárceles holandesas por trasiego ilegal de sustancias. Tampoco es cierto que Portugal esté súper bien gracias a la legalización de todas las drogas, ellos despenalizaron el consumo de todas las drogas, no legalizaron su venta, tratan el asunto del consumo como un problema de salud pública, pero un problema al fin. No se puede llegar al Wallmart de Lisboa a pedir 5 papas y tres pases de perico, el país está brindando a los consumidores respaldo para resolver su adicción en lugar de criminalizarlos, muy buena medida según creo.
Hay que dejarnos de falacias y de facilismos conceptuales, es cierto que la prohibición no ha resuelto por completo el tema del narcotráfico, que las redes se vuelven cada vez más perversas y por cada túnel que encontramos han construido otros doce, que por cada kilo que decomisamos pasan 100 más o que cada vez que agarramos un duro toman su lugar otros 3 más sanguinarios y la guerra se recrudece. No es cierto que la prohibición no resuelva nada, vean por ejemplo la esclavitud, sigue habiendo trata de humanos, pero el asunto es ridículamente menor que antes de ser ilegal. O el caso la violación o el homicidio, no podemos decir que como no hemos podido frenar cada caso habría que legalizarlos para no desgastar nuestros recursos policiales evitándola. Nada va a acabar con los cárteles, son estructuras inmensas y que hacen lo que les da la gana, solo el presupuesto de uno de los principales grupos de México es 4 veces mayor al presupuesto nacional de Honduras. Ellos cortan gente en dos como advertencia, compran jueces, policías, políticos, matan a sangre fría y hacen más plata cada día, hasta han logrado imponer su estilo de vida como uno aspiracional entre los jóvenes con sus narcocorridos, sus narco novelas, sus narco películas, su moda, sus putas y su mal gusto.
Por último, eso de “si esto no nos está funcionando hay que probar cualquier otra cosa” es una absoluta idiotez, es como jugar a los chances con el futuro del país, las decisiones que se tomen deben ser meditadas, analizadas por expertos y en procura de una mejora y no de un cambio simplemente por cambiar. Que no nos sigan vendiendo humo esos que tiene una solución mágica para todo.
Y no hay ningún problema con legalizar la marihuana, de hecho debió hacerse hace mucho tiempo. Se trata de un producto natural, con mínimas consecuencias negativas a la salud, cuyo cultivo y comercialización podría traer activación económica de zonas deprimidas, generar una entrada a nivel fiscal, evitarnos el desgaste que produce su combate, estimular el turismo y que en general las personas bajo los efectos de la marihuana son más bien pasivos y relajados (a diferencia de los borrachos, por ejemplo).
El problema nace cuando sobrepasamos la barrera de la mota o el hashis y empezamos a adentrarnos al terreno de las drogas duras. Yo no sé hasta qué punto como sociedad queremos legalizar la cocaína, el crack, el bazuko, el Crystal Meth o las drogas químicas duras, o si hemos meditado lo suficiente en el costo para la salud pública de esto, si analizamos que el consumo de cocaína aumenta por 13 el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular súbito, que son altamente adictivos y que el consumo de esas drogas baratas como el crack hace que la gente se vea como se ven los al rededores del Mercado Borbón cualquier día a las 11 de la mañana.
Yo asumo que es porque la mayoría de las personas que opinan que es más dañino el cigarrillo, o que produce el mismo efecto que el prozac, o que más personas mueren al año de cirrosis que de sobredosis, han tenido la suerte de no convivir en un mundo donde existen los piedreros, periqueros y narcos. Eso no es cierto, el perico no es prozac y fumar piedra no es menos dañino que fumar un cigarrillo.
Varias cosas, en primer lugar la libertad individual no es todo, de alguna forma hemos llegado a un contrato social en donde el Estado funciona como un ente rector de las relaciones entre las personas, motivo por el cuál le hemos cedido la posibilidad de restringirnos algunas cosas y prohibirnos otras, para procurar en lo posible la paz. Por eso, y aunque la música no es nada malo, no podemos poner bachata a todo volumen hasta las 3 de la mañana en un barrio donde la mayoría tiene que trabajar a las 8, o las fuerzas del orden hacen lo posible por persuadirnos a comer sano o a que no saltemos del puente de Los Anonos, o aunque la gasolina es legan no podemos incluirla en el menú de un bar.
Y es que eso de tomar gasolina no está nada lejos del caso real, la cocaína es un alcaloide que se extrae de las hojas de coca (que también deberían ser legales) que dependiendo de su concentración pueden tener desde un efecto relajante, a uno anestésico o el de poner a la gente pegadísima para seguir la fiesta tres días. Hay países que consideran legal el uso médico de la cocaína, que pasan por procesos salubres de fabricación y es ridículamente cara (Alemania, por ejemplo), se procesa con ácidos con bases químicas puras en una concentración muy cuidada y se administra bajo estricto control farmacéutico. La cocaína esa de los narcos no, la secan con keroseno o diésel, la mezclan con una serie de químicos como bicarbonato y en su camino a la nariz del pueblo va sumando cochinadas mientras e va convirtiendo en perico, tal es el caso de aspirina, polvo de ladrillo y en algunos caso hasta vidrio molido. Así que la cocaína está como en la parte de arriba de la pirámide de consumo, y lo que llega a la base es ese asqueroso sobrante de la olla que se hace sin ningún control sanitario, o de niveles de toxicidad, que le funde el cerebro a los piedreros y los convierte en esa especie de zombies que cuidan carros o se roban lo que puedan para poderse dar un pipazo que les quite el frio, el hambre y satisfaga un poco ese irrefrenable ímpetu que químicamente se desarrolla en su organismo. Quienes conocemos a una persona que empezó a fumar crack sabemos cómo está al cabo de un año, el crack no es guaro, te aparta de la sociedad y hace imposible su reincorporación después de pasado cierto umbral.
Si quisiéramos pensar en drogas duras que se vendieran legalmente tendríamos que someterlas a los mismo estándares sanitarios que las medicinas, el licor, o las bolsas de platanitos, mínimos que garanticen que un producto no nos va a amatar súbitamente o más allá de que tanto estamos dispuestos a ser matados como consumidores informados. Por tanto la cocaína pasaría a ser carísma, un gramo de coca pasaría de costar los menos de 10 rojos que cuesta ahorita a costar lo que paga Lamar Odom o los oftalmólogos alemanes que lo compran legalmente. Es decir, o todos los periqueros se pegan la lotería o seguirán comprando una versión clandestina barata, de baja calidad y producida de manera ilegal, la que seguiría circulando por las redes de tráfico que funcionan hoy en día, por lo que nuestras autoridades tendrían que seguir con la guerra contra el narco, solo que ahora no sería por temas de tráfico de sustancias ilícitas sino para combatir el contrabando.
Es igual que el caso del Chivas Regal pirateado que hacen en Panamá, el chirrite o el chinchibí que hacen con ratones muertos y ácido de batería, solo que con redes más grandes y normalmente más sanguinarias. Las grandes empresas farmacéuticas habrían creado un buen nicho de expansión, al igual que algunos comerciantes que puedan cumplir con los requisitos, pero nada más. Cualquiera que conozca vendedores de droga a cualquier escala (como los veía por decenas cuando tuve el bar) sabemos que no van a pasar con la legalización a ser honestos empresarios o retirarse a otra línea laboral más honesta. Ninguno de los 500 muertos de este año, o los victimarios de estos, van a ir a Tributación a inscribirse y al Ministerio de Salud a aportar la documentación para cumplir con los ISOs necesarios para tener su pyme. Ellos van a seguir moviendo la droga de la misma forma, ampliando su mercado de la misma forma, definiendo su dominio de la misma forma y matando gente de la misma forma.
Mienten los que dicen que es el caso de California o de Amsterdam, ellos legalizaron bajo un marco regulatorio las drogas legalizables, hay un montón de gente presa en cárceles holandesas por trasiego ilegal de sustancias. Tampoco es cierto que Portugal esté súper bien gracias a la legalización de todas las drogas, ellos despenalizaron el consumo de todas las drogas, no legalizaron su venta, tratan el asunto del consumo como un problema de salud pública, pero un problema al fin. No se puede llegar al Wallmart de Lisboa a pedir 5 papas y tres pases de perico, el país está brindando a los consumidores respaldo para resolver su adicción en lugar de criminalizarlos, muy buena medida según creo.
Hay que dejarnos de falacias y de facilismos conceptuales, es cierto que la prohibición no ha resuelto por completo el tema del narcotráfico, que las redes se vuelven cada vez más perversas y por cada túnel que encontramos han construido otros doce, que por cada kilo que decomisamos pasan 100 más o que cada vez que agarramos un duro toman su lugar otros 3 más sanguinarios y la guerra se recrudece. No es cierto que la prohibición no resuelva nada, vean por ejemplo la esclavitud, sigue habiendo trata de humanos, pero el asunto es ridículamente menor que antes de ser ilegal. O el caso la violación o el homicidio, no podemos decir que como no hemos podido frenar cada caso habría que legalizarlos para no desgastar nuestros recursos policiales evitándola. Nada va a acabar con los cárteles, son estructuras inmensas y que hacen lo que les da la gana, solo el presupuesto de uno de los principales grupos de México es 4 veces mayor al presupuesto nacional de Honduras. Ellos cortan gente en dos como advertencia, compran jueces, policías, políticos, matan a sangre fría y hacen más plata cada día, hasta han logrado imponer su estilo de vida como uno aspiracional entre los jóvenes con sus narcocorridos, sus narco novelas, sus narco películas, su moda, sus putas y su mal gusto.
Por último, eso de “si esto no nos está funcionando hay que probar cualquier otra cosa” es una absoluta idiotez, es como jugar a los chances con el futuro del país, las decisiones que se tomen deben ser meditadas, analizadas por expertos y en procura de una mejora y no de un cambio simplemente por cambiar. Que no nos sigan vendiendo humo esos que tiene una solución mágica para todo.
Si usted tiene un solo amigo con el que pueda contar, es usted una persona muy afortunada, si hay al menos alguien que le de buenos consejos, que lo regañe cuando la está cagando, que no le de la razón solo por complacerlo, que no lo frene en su impulso de hacer cosas buenas, que lo escuche, que lo empuje, que lo ubique, es usted una persona muy afortunada. Todos estamos rodeados de hipócritas y oportunistas que disfrutan de los momentos buenos pero esos pocos que se preocupan honestamente por su bienestar son los que hay que atesorar y retribuirles el favor siendo esas mismas personas para ellos.
No te conformes
Han visto esos nuevos anuncios de shampoo donde sale una mujer muy Sex and the City diciendo “No te conformes”, y nos da su testimonio de vida de cuando estaba en una fiesta con un hombre guapísimo pero que no sabía bailar, entonces se lo endosó a otra ciudadana que estaba con uno igual de guapo pero con más flow? Ya sin mencionar que si esto fuera al revés y se tratara de dos hombres que se intercambian mujeres -que solo valen si son guapas- como si se tratara de postalitas de álbum, habrían desatado la furia apocalíptica de quienes luchan contra el sexismo; también podemos encontrar otro fondo nefasto en esta publicidad estupidizante con que nos saturan cada día.
Si bien es cierto el uso popular de conformarse sugiere a una especia de resignación con una condición inmerecida, la definición de conformarse es “darse por satisfecho”, y es justo por esta manía social a nunca darse por satisfecho que vivimos en una sociedad llena de envidias, frustraciones y desesperación constante. Por eso salimos todos los días a la calle como quién sale a una guerra, tratando de arrebatarle el bocado de entre los dientes al pójimo, por eso trabajamos en cualquier cosa que nos pague 5 pesos más aunque de camino vayamos maldiciendo nuestra suerte, nos endeudamos con tarjetas de crédito, prestamistas garroteros, expomóviles, minicuotas, por eso ya están repartidos nuestros próximos 15 años de salarios.
Por eso algunas mujeres andan buscando novio como quién busca brete, pensando en las mejores condiciones para su futuro como completando una hoja de cálculo, en lugar de darse la oportunidad de sentir y enamorarse por las razones correctas.
Por eso las personas están con una pareja que los hace felices y plenos, pero apenas se sientan en una mesa de cantina o a tomar café con las amigas empieza la activación del “que me estaré perdiendo?”, por eso aquellos vicios más masculinos ahora han permeado también a algunas mujeres, y se ve a la gente como en un safari urbano, tratando de cazar a la presa que todos quieren para para ganarse el aplauso del hipócrita aun exponiendo lo que realmente le llena.
Y lo peor es que no acompañamos esta insatisfacción con un afán de mejorar, somos excelentes a la hora de determinar que queremos pero incapaces de analizar qué es lo que merecemos. Ahí saltan quienes en su vida han hecho una abdominal, quienes llegan a sus trabajos a cumplir horarios y no le han comprado a la pareja ni una flor de itabo, pensando que ellos quedaría lindísimos y lindiismas a la par del millonario con pinta de modelo, que pasa a recogerlos en su Ferrari para llevarlos a vacacionar a Saint Tropez y hacer el amor de manera salvaje hasta el amanecer; y felices, porque esa gente si debe de conformarse con usted.
Ahí salen los idiotas diciendo “que difícil es ser fiel”, o “como me voy a pasar el resto de la vida comiendo un mismo sabor de helado”, como si las personas fueran cosas, y haciendo lujo de mal gusto. Es el tipo de gente que llega a un buffet de todo incluido y hace una torre en el plato con todo lo que haya, apilando lado a lado una carne roja con un pollo en salsa blanca, un pescado, unos tacos y macarrones en salsa de tomate; los mismo que cuando viajan a Europa visitan 12 ciudades en 5 días, apenas con tiempo para tomarse una foto frente a la torre Eiffel y ponerla en el Facebook, pero realmente nunca conociendo ni disfrutando nada.
Eso de no conformarse es para la gente que no sabe que es lo que quiere, que no conoce la forma de su felicidad, es para personas condenadas a la frustración por querer tener lo de todos sin disfrutar de lo propio. La vida está indiscutiblemente condicionada por nuestras decisiones, si queremos disfrutar de algo habrá sin duda que dejar por fuera otras cosas, la ciencia está en quedarse con lo que verdaderamente nos llena. La ciencia está en saber conformarse, darse por satisfecho, cuando hayamos encontrado lo que nos hace felices y luego dar todo lo que esté en nosotros para conservar y merecer esa felicidad.
Si bien es cierto el uso popular de conformarse sugiere a una especia de resignación con una condición inmerecida, la definición de conformarse es “darse por satisfecho”, y es justo por esta manía social a nunca darse por satisfecho que vivimos en una sociedad llena de envidias, frustraciones y desesperación constante. Por eso salimos todos los días a la calle como quién sale a una guerra, tratando de arrebatarle el bocado de entre los dientes al pójimo, por eso trabajamos en cualquier cosa que nos pague 5 pesos más aunque de camino vayamos maldiciendo nuestra suerte, nos endeudamos con tarjetas de crédito, prestamistas garroteros, expomóviles, minicuotas, por eso ya están repartidos nuestros próximos 15 años de salarios.
Por eso algunas mujeres andan buscando novio como quién busca brete, pensando en las mejores condiciones para su futuro como completando una hoja de cálculo, en lugar de darse la oportunidad de sentir y enamorarse por las razones correctas.
Por eso las personas están con una pareja que los hace felices y plenos, pero apenas se sientan en una mesa de cantina o a tomar café con las amigas empieza la activación del “que me estaré perdiendo?”, por eso aquellos vicios más masculinos ahora han permeado también a algunas mujeres, y se ve a la gente como en un safari urbano, tratando de cazar a la presa que todos quieren para para ganarse el aplauso del hipócrita aun exponiendo lo que realmente le llena.
Y lo peor es que no acompañamos esta insatisfacción con un afán de mejorar, somos excelentes a la hora de determinar que queremos pero incapaces de analizar qué es lo que merecemos. Ahí saltan quienes en su vida han hecho una abdominal, quienes llegan a sus trabajos a cumplir horarios y no le han comprado a la pareja ni una flor de itabo, pensando que ellos quedaría lindísimos y lindiismas a la par del millonario con pinta de modelo, que pasa a recogerlos en su Ferrari para llevarlos a vacacionar a Saint Tropez y hacer el amor de manera salvaje hasta el amanecer; y felices, porque esa gente si debe de conformarse con usted.
Ahí salen los idiotas diciendo “que difícil es ser fiel”, o “como me voy a pasar el resto de la vida comiendo un mismo sabor de helado”, como si las personas fueran cosas, y haciendo lujo de mal gusto. Es el tipo de gente que llega a un buffet de todo incluido y hace una torre en el plato con todo lo que haya, apilando lado a lado una carne roja con un pollo en salsa blanca, un pescado, unos tacos y macarrones en salsa de tomate; los mismo que cuando viajan a Europa visitan 12 ciudades en 5 días, apenas con tiempo para tomarse una foto frente a la torre Eiffel y ponerla en el Facebook, pero realmente nunca conociendo ni disfrutando nada.
Eso de no conformarse es para la gente que no sabe que es lo que quiere, que no conoce la forma de su felicidad, es para personas condenadas a la frustración por querer tener lo de todos sin disfrutar de lo propio. La vida está indiscutiblemente condicionada por nuestras decisiones, si queremos disfrutar de algo habrá sin duda que dejar por fuera otras cosas, la ciencia está en quedarse con lo que verdaderamente nos llena. La ciencia está en saber conformarse, darse por satisfecho, cuando hayamos encontrado lo que nos hace felices y luego dar todo lo que esté en nosotros para conservar y merecer esa felicidad.
¿La gente que se espanta por los mil presos "liberados" sabrá que hay otros más de 20 mil cumpliendo su condena en un régimen similar y que deellos solo un 1% ha regresado a la carcel tras volver a delinquir? ¿Creerán que se le van a abrir las puertas a violadores, sicarios y homicidas? ¿Habrán pensado que este es el único país, y durante la única administración, en que se ha hecho esto? ¿Les Importará lo que están leyendo o creeran que miento mientras siguen balando por el cambio prometido?
Jaz y Lalay
Jaz y Lalay se aman, según entiendo, no las conozco pero es algo que podría intuir por sus miradas y por sus acciones. Ellas se encontraron, se enamoraron y decidieron pasar el resto de su vida juntas, con un nivel de convicción tal que decidieron ir ante un profesional que diera fe pública de que su unión tiende a permanente y oficial. Incidencialmente resulta que ambas nacieron en cuerpos femenino, pero que una de ella fue erróneamente registrada como un hombre en su documento de identidad.
Ellas dos decidieron estar juntas, y que las cosas que compren en adelante sean de ambas, y que la sala de una sea la sala de la otra y la cama de una sea la cama de la otra, acordaron compartir espacios e involucrarse mutuamente en las decisiones relevantes, se comprometieron a que una cuidaría de la otra cuando alguna sufriera de un dolor de muela, o de un resfrió incapacitante, de una enfermedad terminal o simplemente la muerte por vejera. Concordaron un sistema para escoger que se va a cenar y que series van a ver juntas y cuales por separado, en que horario van a desayunar, quién se bana primero y a quién invitan a las fiestas en casa, ellas acordaron amarse y respetarse, y ser primordialmente la una de la otra y que el mundo lo supiera y la ley lo consignara.
En algún momento en el pasado alguien había decidido por ellas que no debían de amarse, ni de juntar sus vidas, ni de besarse o casarse, alguien mucho antes que las dos naciera había determinado que este particular acto de amor estaba equivocado, a’ diferencia de otros muy similares pero que se dan entre personas con aparatos reproductivos diferentes, la mayoría avaló el parecer de esta persona y consignaron en papel que estas uniones eran ilegítimas, ilegales y hasta pecaminosas. De alguna forma la sociedad se mantuvo estática en este pensamiento y muchos anos luego siguió defendiendo las ideas anteriores y juzgando como vergonzantes este tipo de asociaciones entre dos mujeres y ningún hombre.
Ellas, muchachas valientes como son, decidieron aún así amarse, prefirieron el estigma, las complicaciones legales, los juicios de terceros, hasta posibles penas de cárcel con tal de tener el derecho de amarse y compartir un lecho, y un futuro, y un par de cuerpos y un solo proyecto de vida.
Que si amar ya es un acto de valentía y renunciación, ahora imaginenlo en una sociedad que te lo prohíbe, aún legalmente es una apuesta riesgosa, es poner el corazón en las manos de otro, es decidir, es luchar, es acoplarse y a veces hasta resignarse, es darse al chance de morir dos veces, renunciar al egoísmo y el facilismo, es hablarse y escucharse, perdonarse y perdonarnos, duplicar las posibilidades de salir al hospital de noche, de asistir a funerales de familiares cercanos, de pasar por malas rachas, dividir en dos el chance hacer justo lo que quiero, concordar el lugar donde vivir y la vida que querer.
Pero verlas mirarse a los ojos y luchar juntas ayuda a entender que vale la pena, a mi me ayuda el pensar que sería de mi si la sociedad me prohibiera caminar de la mano de Pili, besarla en Plaza Lincoln, desayunar con ella, discutir sobre nuestro futuro o escribir estas líneas; y no me gustaría nada, y seguramente no les haría caso aunque me echaran de lugares, me miraran feo o me recitaran párrafos de libros antiguos que me condenan al infierno, pelearía y putearía y podría asegurar que ella también lo haría a mi lado. Amar es un acto de valentía, un poco de locura y quizás hasta de heroísmo, es el correlativo a la muerte, es lo que hacemos las buenas personas para contrarrestar todos los crímenes violentos, la guerra, el odio y el egoísmo. Es nuestra indemnización por los días lluviosos y el calor húmedo, por las presas en día de pago, las células cancerígenas, la muerte de los seres queridos, los piquetes de zancudo en los dedos de los pies, los exámenes de matemáticas y cuando se cae el wifi.
Ellas solo quieren amarse, igual que yo, igual que muchos, pero las dos nacieron mujeres y la ley no se los permitía. A mi me parece que es la sociedad y la ley la que debía cambiar, ellas están bien.
Ellas dos decidieron estar juntas, y que las cosas que compren en adelante sean de ambas, y que la sala de una sea la sala de la otra y la cama de una sea la cama de la otra, acordaron compartir espacios e involucrarse mutuamente en las decisiones relevantes, se comprometieron a que una cuidaría de la otra cuando alguna sufriera de un dolor de muela, o de un resfrió incapacitante, de una enfermedad terminal o simplemente la muerte por vejera. Concordaron un sistema para escoger que se va a cenar y que series van a ver juntas y cuales por separado, en que horario van a desayunar, quién se bana primero y a quién invitan a las fiestas en casa, ellas acordaron amarse y respetarse, y ser primordialmente la una de la otra y que el mundo lo supiera y la ley lo consignara.
En algún momento en el pasado alguien había decidido por ellas que no debían de amarse, ni de juntar sus vidas, ni de besarse o casarse, alguien mucho antes que las dos naciera había determinado que este particular acto de amor estaba equivocado, a’ diferencia de otros muy similares pero que se dan entre personas con aparatos reproductivos diferentes, la mayoría avaló el parecer de esta persona y consignaron en papel que estas uniones eran ilegítimas, ilegales y hasta pecaminosas. De alguna forma la sociedad se mantuvo estática en este pensamiento y muchos anos luego siguió defendiendo las ideas anteriores y juzgando como vergonzantes este tipo de asociaciones entre dos mujeres y ningún hombre.
Ellas, muchachas valientes como son, decidieron aún así amarse, prefirieron el estigma, las complicaciones legales, los juicios de terceros, hasta posibles penas de cárcel con tal de tener el derecho de amarse y compartir un lecho, y un futuro, y un par de cuerpos y un solo proyecto de vida.
Que si amar ya es un acto de valentía y renunciación, ahora imaginenlo en una sociedad que te lo prohíbe, aún legalmente es una apuesta riesgosa, es poner el corazón en las manos de otro, es decidir, es luchar, es acoplarse y a veces hasta resignarse, es darse al chance de morir dos veces, renunciar al egoísmo y el facilismo, es hablarse y escucharse, perdonarse y perdonarnos, duplicar las posibilidades de salir al hospital de noche, de asistir a funerales de familiares cercanos, de pasar por malas rachas, dividir en dos el chance hacer justo lo que quiero, concordar el lugar donde vivir y la vida que querer.
Pero verlas mirarse a los ojos y luchar juntas ayuda a entender que vale la pena, a mi me ayuda el pensar que sería de mi si la sociedad me prohibiera caminar de la mano de Pili, besarla en Plaza Lincoln, desayunar con ella, discutir sobre nuestro futuro o escribir estas líneas; y no me gustaría nada, y seguramente no les haría caso aunque me echaran de lugares, me miraran feo o me recitaran párrafos de libros antiguos que me condenan al infierno, pelearía y putearía y podría asegurar que ella también lo haría a mi lado. Amar es un acto de valentía, un poco de locura y quizás hasta de heroísmo, es el correlativo a la muerte, es lo que hacemos las buenas personas para contrarrestar todos los crímenes violentos, la guerra, el odio y el egoísmo. Es nuestra indemnización por los días lluviosos y el calor húmedo, por las presas en día de pago, las células cancerígenas, la muerte de los seres queridos, los piquetes de zancudo en los dedos de los pies, los exámenes de matemáticas y cuando se cae el wifi.
Ellas solo quieren amarse, igual que yo, igual que muchos, pero las dos nacieron mujeres y la ley no se los permitía. A mi me parece que es la sociedad y la ley la que debía cambiar, ellas están bien.
Con alguna frecuencia extraño a Don William Gómez a la cabeza de Diario Extra, a pesar de que siempre inclinó su publicación hacia el sensacionalismo y la nota roja, nadie podía negar que fuera un hombre inteligente, informado, preocupado por lo que pasaba en el mundo, con una buena lectura de los hechos de actualidad y un bien desarrollado olfato periodístico. Es bueno cuando los medios son dirigidos por alguien que efectivamente entiende las noticias que publica
La gente buena
Actualmente me preocupa mucho más la actitud de las llamadas “personas buenas” que la de los criminales de carrera.
Un día de estos leí a uno de mis contactos posteando que deberían poner a los presos a tapar los huecos de las calles (hasta ahí digamos que bien) y que si intentan escapar de inmediato les disparen por la espalda. ¿Qué clase de energúmeno puede pensar esto? ¿Se habrá detenido un minuto a pensar que las personas en las cárceles no son reos genéricos, que se trata de seres humanos que cometieron delitos, y son en nula, menor o mayor medida una amenaza para la sociedad? ¿Querrá poner a llenar huecos a los violadores de menores o asesinos en serie, o querrá dispararle a los convictos por hurtos, delitos ante la fe pública o los que agarraron vendiendo marihuana?
En serio estamos llegando a un punto en el que como sociedad debemos empezar a preguntarnos: “¿Que putas vamos a hacer para mejorar esto?” y no sé si mi lectura está fallando, pero creo que no está funcionando eso de meter en una celda para 8 a un rejuntado de 15 ladrones, con adictos a la droga con sicarios, violadores y criminales de carrera a vivir en condiciones subhumanas.
En las últimas décadas hemos triplicado la cifra de encarcelados per cápita y esto más que soluciones solo nos ha traído mayores complicaciones, hemos instaurado una especie de universidad para el crimen y polarizado cada vez más la sociedad. Esta manía de la mano dura, que no ha tenido éxito en ninguna parte del mundo, en donde esperamos ver podrirse tras las rejas a cualquiera por cualquier cosa sola ha conseguido criminalizar a Costa Rica, lo que en inglés llaman targeting, que es estigmatizar socialmente a personas de grupos excluidos con un cartel imborrable de delincuente, poniéndolo en contacto con personas de similar condición y favoreciendo el apogeo de redes delincuenciales de dientes apretados contra una sociedad que los condenada de previo sin brindarles oportunidades.
Porque yo no veo las protestas encendidas por el cambio a un régimen de confianza para Farid Ayales, o Carlos Hernán Robles, o el Padre Minor, o el médico con una mal praxis, o el asqueroso violador karateka ese; el fuego está dirigido al muchacho de barrio bajo, al adicto, al tatuado, son ellos los que me estorban en la calle.
Y adelantándome al argumento de “Usted no sabe lo que es que le pongan una pistola en la cabeza” o “Sentir violada la intimidad del hogar”, en primer lugar si, si sé, los que no saben que se siente son ustedes, que ignoran lo que es crecer en un barrio de muerte, con vecino impulsándote a delinquir, con el frenesí del down de la droga, desesperados ante su condición de marginalidad. Esto no obliga a nadie a ser un delincuente pero cualquiera que le queden unas 12 neuronas funcionando preferiría estar del lado en que están del arma que los asalta.
Vean lo que ha hecho el mundo, vean cuando Brasil pensó que podía quitarse a plomo la incomodidad social, vean cuando El Salvador pensó que la mano dura podría acabar con individuos indeseables y terminó creando las maras, vean a Osama Bin Ladem, la violencia solo engendra violencia.
El encarcelamiento es en cualquier sociedad funcional un mal necesario, pero debe ser entendido como un último recurso del sistema. Hay muchas personas que pueden ser rehabilitadas y reinsertadas al sistema con trabajo comunal, supervisión estatal y oportunidades de merecerse una vida digna.
Lean la nota que están posteando sobre el cierre de cárceles en Holanda, o los presos importados por Suecia. Vean el maravilloso ejemplo que nos dan los votantes de California, que deciden en las urnas pasar la ley 47, bajándole el rango a ciertos delitos, ampliando la forma de cumplir las deudas con la sociedad, borrando del registro errores del pasado; como miles de personas han encontrado una nueva oportunidad de tener una vida digna gracias a la mano que le hemos tendido como sociedad.
Si nosotros nos creemos los buenos, los que se llaman cristianos, los que tienen hijos y les quieren dar un buen ejemplo: ya dejen de comportarse como locos fascistas que tratan de solucionar todo como lo haría el más desalmado tirano o psicópata. Piensen que detrás de cada nota roja hay un ser humano, un niño que nació bueno y aún no lo hemos perdido del todo, hagamos lo que esté en nuestras manos por mejorar este mundo en que nos toca vivir.
No podremos nunca construir muros lo suficientemente alto o carros lo suficientemente blindados para protegernos de una sociedad en llamas, ni aunque nos vayamos en Uber a las pléyades encontraremos paz si seguimos llevando la guerra, el odio y la discriminación perversa en nuestros corazones. Los delitos son un problema que queremos acabar, las personas no, seamos mínimamente humanos por la grandísima puta, que si no cambiamos nos vamos a ir todos juntos para la mierda.
Un día de estos leí a uno de mis contactos posteando que deberían poner a los presos a tapar los huecos de las calles (hasta ahí digamos que bien) y que si intentan escapar de inmediato les disparen por la espalda. ¿Qué clase de energúmeno puede pensar esto? ¿Se habrá detenido un minuto a pensar que las personas en las cárceles no son reos genéricos, que se trata de seres humanos que cometieron delitos, y son en nula, menor o mayor medida una amenaza para la sociedad? ¿Querrá poner a llenar huecos a los violadores de menores o asesinos en serie, o querrá dispararle a los convictos por hurtos, delitos ante la fe pública o los que agarraron vendiendo marihuana?
En serio estamos llegando a un punto en el que como sociedad debemos empezar a preguntarnos: “¿Que putas vamos a hacer para mejorar esto?” y no sé si mi lectura está fallando, pero creo que no está funcionando eso de meter en una celda para 8 a un rejuntado de 15 ladrones, con adictos a la droga con sicarios, violadores y criminales de carrera a vivir en condiciones subhumanas.
En las últimas décadas hemos triplicado la cifra de encarcelados per cápita y esto más que soluciones solo nos ha traído mayores complicaciones, hemos instaurado una especie de universidad para el crimen y polarizado cada vez más la sociedad. Esta manía de la mano dura, que no ha tenido éxito en ninguna parte del mundo, en donde esperamos ver podrirse tras las rejas a cualquiera por cualquier cosa sola ha conseguido criminalizar a Costa Rica, lo que en inglés llaman targeting, que es estigmatizar socialmente a personas de grupos excluidos con un cartel imborrable de delincuente, poniéndolo en contacto con personas de similar condición y favoreciendo el apogeo de redes delincuenciales de dientes apretados contra una sociedad que los condenada de previo sin brindarles oportunidades.
Porque yo no veo las protestas encendidas por el cambio a un régimen de confianza para Farid Ayales, o Carlos Hernán Robles, o el Padre Minor, o el médico con una mal praxis, o el asqueroso violador karateka ese; el fuego está dirigido al muchacho de barrio bajo, al adicto, al tatuado, son ellos los que me estorban en la calle.
Y adelantándome al argumento de “Usted no sabe lo que es que le pongan una pistola en la cabeza” o “Sentir violada la intimidad del hogar”, en primer lugar si, si sé, los que no saben que se siente son ustedes, que ignoran lo que es crecer en un barrio de muerte, con vecino impulsándote a delinquir, con el frenesí del down de la droga, desesperados ante su condición de marginalidad. Esto no obliga a nadie a ser un delincuente pero cualquiera que le queden unas 12 neuronas funcionando preferiría estar del lado en que están del arma que los asalta.
Vean lo que ha hecho el mundo, vean cuando Brasil pensó que podía quitarse a plomo la incomodidad social, vean cuando El Salvador pensó que la mano dura podría acabar con individuos indeseables y terminó creando las maras, vean a Osama Bin Ladem, la violencia solo engendra violencia.
El encarcelamiento es en cualquier sociedad funcional un mal necesario, pero debe ser entendido como un último recurso del sistema. Hay muchas personas que pueden ser rehabilitadas y reinsertadas al sistema con trabajo comunal, supervisión estatal y oportunidades de merecerse una vida digna.
Lean la nota que están posteando sobre el cierre de cárceles en Holanda, o los presos importados por Suecia. Vean el maravilloso ejemplo que nos dan los votantes de California, que deciden en las urnas pasar la ley 47, bajándole el rango a ciertos delitos, ampliando la forma de cumplir las deudas con la sociedad, borrando del registro errores del pasado; como miles de personas han encontrado una nueva oportunidad de tener una vida digna gracias a la mano que le hemos tendido como sociedad.
Si nosotros nos creemos los buenos, los que se llaman cristianos, los que tienen hijos y les quieren dar un buen ejemplo: ya dejen de comportarse como locos fascistas que tratan de solucionar todo como lo haría el más desalmado tirano o psicópata. Piensen que detrás de cada nota roja hay un ser humano, un niño que nació bueno y aún no lo hemos perdido del todo, hagamos lo que esté en nuestras manos por mejorar este mundo en que nos toca vivir.
No podremos nunca construir muros lo suficientemente alto o carros lo suficientemente blindados para protegernos de una sociedad en llamas, ni aunque nos vayamos en Uber a las pléyades encontraremos paz si seguimos llevando la guerra, el odio y la discriminación perversa en nuestros corazones. Los delitos son un problema que queremos acabar, las personas no, seamos mínimamente humanos por la grandísima puta, que si no cambiamos nos vamos a ir todos juntos para la mierda.
"Cuando era un niño y veia cosas que me asustaban en la televisión, mi madre me decía "busca a quienes ayudan", siempre hay personas ayudando" Que no logre su cometido el terrorismo, hay mas gente buena que mala, en el mundo, en el islam y en cualquier situación, no perdamos la fe en la humanidad. Siempre habrá mas personas que ayudar que las que temer
.
El fin del mundo
Nosotros no lo vivimos, o estábamos pequeños para recordarlo o entenderlo, o quizás estaba pasando al otro lado del mundo y no nos dimos por enterados, pero la humanidad siempre ha estado en guerra, siempre hemos sido víctimas de la locura, la ambición desmedida, el odio y la intolerancia. Como especie siempre hemos estado apenas evadiendo la bala de nuestra propia aniquilación, contando los minutos que le sobran al reloj del día del juicio y una importante cantidad cada día no logran pasar la barrera de un nuevo amanecer.
En el siglo XX tuvimos cruentas guerras civiles en Afganistán, el Congo, Armenia, Argelia, Vietnam, Chechenia, Angola, Cambodia, Nigeria, Haití, República Dominicana, Etiopía, Finlandia, Grecia, Irlanda, Laos, Mozambique, Nepal, Sierra Leona, Sri Lanka, Uganda, Venezuela, Yemen, Portugal, Birmania, México, Niger, Nicaragua, Filipinas, Rusia, Sudáfrica, Chipre, El Salvador, Honduras, Guatemala, Turquía, Estonia, la India, Italia, Croacia, Yugoslavia, Papua, Sudán, Irak, Irán, Liberia, los kurdos donde sea que esté, Timor, la propia Costa Rica, el siempre vivo conflicto Palestino Israelita, EEUU con quién sea, las dos guerras mundiales, conflictos racistas donde quiera que haya una raza con una ramificación cromosómica distinta, líos fronterizos donde sea que haya una frontera, la reciente guerra del narco, las guerras santas, la guerra fría que tuvo a la humanidad al borde del exterminio nuclear durante décadas, entre muchas otras.
Nuestra historia ha estado marcada por guerras civiles, imperialistas, conquistas, independencias, revueltas, insubordinaciones, fratricidios, magnicidios, femicidios, atentados terroristas de gran escala, atentados terrorista de pequeña escala, epidemias, nacimiento y desaparición de estados nacionales, luchas por dinero, poder y odio. Matamos a Gandhi, a Luther King, a Malcom X y a Jesucristo; llevamos al poder a sociópatas criminales como Hitler, Idi Amin, Noriega y Papa Doc
El mundo no se acabó entonces y no se encuentra mucho más cerca de acabarse en este momento, no deja sin embargo de ser cierto a muchos si se les acabó su mundo, que millones han caído ganando y perdiendo guerras, queriendo o no pelearlas. Esto no es un asunto de religiones o de involución social, es un asunto de la visión que tenemos del mundo y de la humanidad, de nuestra propia voracidad y lo que creemos que es el éxito, de que nos provoca miedo y que nos causa una sensación de poder.
Cada vez que le deseamos la muerte a alguien, o apreciamos una respuesta violenta, o pedimos el ojo por ojo, o avalamos la pena de muerte, o hacemos comentarios xenófobos, racistas o discriminatorios de cualquier tipo, nosotros –desde nuestra esfera personal- contribuimos a la destrucción del entretejido social que nos sostiene, lanzamos piedras hacia arriba sin saber dónde terminarán cayendo. Nosotros tuvimos la suerte de nacer lejos del horror de la guerra, lejos del miedo y el hambre, la manera correcta de agradecer esta suerte es comportándonos de manera consecuente y apoyando una cultura de paz, para que nuestros hijos tengan la misma suerte que tuvimos.
En el siglo XX tuvimos cruentas guerras civiles en Afganistán, el Congo, Armenia, Argelia, Vietnam, Chechenia, Angola, Cambodia, Nigeria, Haití, República Dominicana, Etiopía, Finlandia, Grecia, Irlanda, Laos, Mozambique, Nepal, Sierra Leona, Sri Lanka, Uganda, Venezuela, Yemen, Portugal, Birmania, México, Niger, Nicaragua, Filipinas, Rusia, Sudáfrica, Chipre, El Salvador, Honduras, Guatemala, Turquía, Estonia, la India, Italia, Croacia, Yugoslavia, Papua, Sudán, Irak, Irán, Liberia, los kurdos donde sea que esté, Timor, la propia Costa Rica, el siempre vivo conflicto Palestino Israelita, EEUU con quién sea, las dos guerras mundiales, conflictos racistas donde quiera que haya una raza con una ramificación cromosómica distinta, líos fronterizos donde sea que haya una frontera, la reciente guerra del narco, las guerras santas, la guerra fría que tuvo a la humanidad al borde del exterminio nuclear durante décadas, entre muchas otras.
Nuestra historia ha estado marcada por guerras civiles, imperialistas, conquistas, independencias, revueltas, insubordinaciones, fratricidios, magnicidios, femicidios, atentados terroristas de gran escala, atentados terrorista de pequeña escala, epidemias, nacimiento y desaparición de estados nacionales, luchas por dinero, poder y odio. Matamos a Gandhi, a Luther King, a Malcom X y a Jesucristo; llevamos al poder a sociópatas criminales como Hitler, Idi Amin, Noriega y Papa Doc
El mundo no se acabó entonces y no se encuentra mucho más cerca de acabarse en este momento, no deja sin embargo de ser cierto a muchos si se les acabó su mundo, que millones han caído ganando y perdiendo guerras, queriendo o no pelearlas. Esto no es un asunto de religiones o de involución social, es un asunto de la visión que tenemos del mundo y de la humanidad, de nuestra propia voracidad y lo que creemos que es el éxito, de que nos provoca miedo y que nos causa una sensación de poder.
Cada vez que le deseamos la muerte a alguien, o apreciamos una respuesta violenta, o pedimos el ojo por ojo, o avalamos la pena de muerte, o hacemos comentarios xenófobos, racistas o discriminatorios de cualquier tipo, nosotros –desde nuestra esfera personal- contribuimos a la destrucción del entretejido social que nos sostiene, lanzamos piedras hacia arriba sin saber dónde terminarán cayendo. Nosotros tuvimos la suerte de nacer lejos del horror de la guerra, lejos del miedo y el hambre, la manera correcta de agradecer esta suerte es comportándonos de manera consecuente y apoyando una cultura de paz, para que nuestros hijos tengan la misma suerte que tuvimos.
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