viernes, 20 de noviembre de 2015

De los 20 a los 50

La vida en nuestros tiempos es una constante lucha entre el tener plata, no hacerse gordo, pasarla bien sin morir en el intento y ser atractivos al sexo opuesto, esta perpetua confrontación nos llena de ansiedad, stress, tristeza y agotamiento… y lo peor es que se hace tan terriblemente corta. Este concepto a lo Woody es tan aplicable a la vida del adulto contemporáneo.
Entre los 20 y los 30 años un hombre es un adolescente funcional, está en la merecida etapa de experimentar, salir de fiesta, ligar lo que pueda, irse a la playa con 5 rojos en la bolsa, cortarse el pelo de maneras estúpidas y ponerse ropa de la que luego se arrepentirá. Su única responsabilidad verdadera es no cagarla de modo que esto afecte sus años venideros, ojalá sacar una carrera, conseguir un trabajo y aprender todo lo posible, que no lo echen por llegar de goma, tratar de no pegar una panza, o al menos mantener el número lo más bajo posible, en la medida de lo posible establecer un plancito para comprarse un carro al que no se le caigan partes y buscarse un apartamentito para tener fiestas, meter viejas y aprender lo mínimo de quehaceres domésticos. Nadie espera de un veinteañero que sea un señor, que tenga puestos de liderazgo, ser un ejemplo de padre o proveedor del hogar, casi ningún hombre estará listo antes de esta edad para ser un adulto.
Para los 30 años ya debe ir perfilando una carrera, un área de especialización, ser reconocido como alguien bueno, no llegar oliendo a guaro tres veces por semana, dejar el cigarrillo, dejar de comer las cosas que ya no nos permite el metabolismo, empezar a hacer algún tipo de ejercicio para mantenerse bonito y aplazar el cuerpo de señor por una década, dejar los looks radicales a quienes todavía van a la U, descubrir el traguito conversado y la reunión de casa, el vino, los restaurantes cuyo menaje de cocina no consiste en un freidor, pensar en un lotecito o una casita que deber por los siguientes 15 años, un salario que nos pase de las cabinas a los hoteles, no ir a Expomovil solo a ver a las modelos, hacerse acompañar de una mujer que aparte de bonita te de paz y con quién podría uno verse en el futuro, entender sus necesidades y respetar sus tiempos, darle un lugar prioritario en la vida, ser un caballero, ponerse colonias menos dulces y hacer mejores chistes.
Es a partir de los 40 el pico productivo de los hombres, donde se aspira a los mejores puestos y por tanto mejores salarios, donde se acumulan las cosas compradas durante las décadas pasadas y se goza de estabilidad, seguridad y la posibilidad de comprar buenos regalos e ir a almorzar entre semana a los lugares que antes eran de fin de semana, de llevase a cuatro a la playa. Es también el tiempo donde se comienza a guindar la piel, donde mantener la panza bajo control requiere lo que a los 20 se necesitaba para ir a las olimpiadas, donde la música extrañamente se hace más ruidosa e todo lado, donde estar soltero es sospechoso y divorciado lo normal, el tiempo en que formar una pareja se vuelve una ecuación algebraica entre sus hijos, los míos, su ex, la mía, mi pensión, sus noches libres, mis mañas y las suyas, es un tiempo donde la mayoría de hombres han llegado a la aceptación que su diversión pura y dura ha dejado de ser prioritaria ante retos más importantes. Todo señor que se ha ganado sus cosas en la vida fue un universitario quebrado un par de décadas atrás.
Es un error esperar algo de un hombre de manera extemporánea, normalmente a las mujeres les va mejor con hombres un poquito mayores pero tampoco es una ciencia exacta, nadie debería presionar a un veinteañero a casarse si no le nace, como tampoco debería forzar a ningún cincuentón a ir a bailar Farruko o ponerse pantalones pegados al cuerpo de color verde perico. La naturaleza es sabia, si se van tomando las decisiones correctas se va construyendo una vida en los tiempos apropiados y disfrutando cada paso del camino. Deje que radar interno lo lleve, que no hay corazón traidor a su dueño, si no se ríe con alguien, si requiere luchar contra su voluntad el pasar tiempo juntos o tener sexo, si dos terceras partes del día se la pasan peleando por los temas más innecesarios, si su mayor aspiración es convertir a la otra persona en alguien más, si ha llegado a pensar en el amor como un asunto prescindible, quizás debería reanalizar sus prioridades en la vida.
Total el futuro es tan incierto, y la vida es tan corta que a lo único que podemos aspirar es a ser felices y a hacer felices a los demás.

Combate

Yo en serio no veo Combate hace años, pero cuando lo vi recuerdo que era un programilla de juegos de gimnasio, con una producción barata y sin mayores pretenciones, un entretenimiento paradeportivo, como una especie de Gladiadores Americanos artesanales. 
No tengo claro que es lo que ofende a tanta gente como para, no solo no verlo, sino demandar que lo retiren de la programación, yo encuentro mas violencia en los noticieros, las transmisiones de los partidos de futbol y esas narconovelas que tanto gustan ahora, veo mas explotación de la figura femenina como objeto en Miss Costa Rica, cualquier comercial transmitido o en las muchachas bonitas que ponen solo para leer mensajes de Twitter.
A mi no me gusta Combate pero no me daña que lo transmitan, si tuviera hijos decidiria si los dejo verlos o no y esperaría que no les gustara por su voluntad. Me parece mas nocivo decidir por todos que se puede y que no se puede ver en televisión desde la torre de mi supuesta superioridad intelectual.

La salida de BK afecta a sus 434 empleados despedidos y a sus 18 clientes regulares

Los grupos empresariales

Un grupo empresarial muy socialmente responsable le presenta hoy al presidente una serie de recomendaciones para mejorar la situación del país, luego de un consecuente análisis dicen que la clave para salvarnos del inminente apocalipsis está en dejar de pagar anualidades, acabar con la dedicación exclusiva y no reconocerle a los empleados su preparación académica, si estas condiciones no se cumplen ellos no estarían dispuestos a tener ningún tipo de conversación en materia fiscal. Esto significa llevar a la mitad el salario de los profesionales del estado, quienes van a tomar esto con agrado, porque el mejoramiento de la situación del país va a hacer que los alquileres y todos los demás bienes y servicios de la sociedad se reduzcan a mucho menos de la mitad, no se ven venir huelgas ni nada ante lo justo y pertinente que sean empresarios privados los que marquen la pauta en materia de garantías laborales.
Estos son los mismos grupos empresariales que exigen trabajadores con mejor nivel de inglés, servicios más baratos, proliferación de zonas francas, condiciones de seguridad y estabilidad política y se sienten acosados por el fisco y expulsados por la tramitología y los abusivos salarios mínimos, incapaces de competir con los 100 mil pesos al mes que pagarían en Nicaragua. Ya con estas recomendaciones podemos caer en la cuenta que lo único que necesita hacer el estado es recaudar menos dinero y gastar más, pero sin endeudarse o agravar las condiciones sociales del país, o agravándolas pero de manera que ellos no los vean y no les estorbe.
Adicionalmente, Otto Guevara salta en la defensa de los pobres pescadores de las costas costarricenses que tienen su parcelita frente a las playas del pacífico norte, cuyos ingresos apenas le permiten subsistir en Tamarindo y Flamingo, y dice que es una barbaridad que tengan que actualizar el valor fiscal de sus propiedades cada 5 años. Todos sabemos que la línea costera está en manos de pescadores artesanales y no de los grandes desarrolladores turísticos internacionales.
Que suerte que este padre de la patria nos señala lo indebido que es la actualización del valor real de las propiedades, era mucho mejor cuando la gente tenía casas reportadas por 100 mil pesos, máxime los latifundistas, dueños de quebradores, que con costos pueden mantener sus estilo de vida y las capacitaciones de su partido.
Queda claro que todo el peso del déficit fiscal debe cubrirlo el sector público por comer tanta papaya.

Ya estoy en la edad en que, si suena el teléfono después de la medianoche, asumo inmediatamente que alguien se murió o tuvo un accidente

Viejo verde

Ojalá fuera solo uno el viejo verde de San José, ojalá no fuera esta sociedad la que fomenta el machismo y la misoginia, que se dejara de promover como un valor los estereotipos patriarcales, que las mujeres dejaran de buscar a quienes las tratan con indiferencia y de criticar a sus congéneres por vestir como les de la gana o llevarse a la cama a quien les venga en bien. Ojalá las madres dejaran de hacerle todo a los hijos y poner a limpiar a las hijas, de criar muchachas para buscarun marido que las mantenga aunque no lo quieran, que dejemos de juzgar a cada género con criterios distintos. Ese viejo es una mierda, pero bien que todos hubieran visto el video, como vieron el de la aulladora o la comenzadita. Todos tenemos tarea pendiente en eso de acabar con el sexismo.