miércoles, 21 de octubre de 2009

divagaciones 20/30

1. El presidente norte/afroamericano Barack Obama fue seleccionado para el Premio Nobel de la Paz tras solo 8 meses de haber ascendido al poder, el comité noruego ha explicado que el mandatario se hizo merecedor del millón cuatrocientos mil dólares y la medalla por haber dado un giro a la política exterior norteamericana, recuperar el dialogo y la conciliación (en especial con medio oriente y Cuba) y devolver la esperanza a su pueblo. Bajo estos parámetros ¿No deberían más bien darle el Premio Nobel de la Guerra a Bush?

2. Gran expectativa a generado lo que pueda suceder con los restos del “Rey depuesto del Pop” Michael Jackson, después de aparecer ataviado en un féretro de oro el cuerpo del ex negro fue examinado minuciosamente en una autopsia de semanas que cuestiona lo fidedigno de series como CSI. Al cadáver se le retiro el cerebro y permaneció en exámenes durante varios días mientras continuaba la disputa por que hacer con un cuerpo tan feo, tieso y sin cerebro… Aparentemente estaría uniéndose al equipo del reggaetón VIP en Intrusos de la Farándula.

3. Algunas personas ven el vaso medio lleno, otras medio vacio. Yo personalmente lo veo como un arma punzocortante.

4. Justamente en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua hay un rotulo en color rosado radioactivo con la, nada apetente, imagen de Danielón Ortega levantando la mano como el Cristo Redentor que dice: cumplirle al pueblo, es cumplirle a Dios. Mas al norte otro de los vasallos de Chávez es invitado a salir del país por un Goriletti que pronto estaría jugando al Napoleón de Yoro por las calles de Tegucigalpa. Estos son solo dos ejemplos que demuestran que Costa Rica es un pequeño país mediterráneo inconvenientemente mal ubicado dentro de Centroamérica.

5. Deje de ser ateo cuando comenzaron a invitarme a reuniones de ateos.

6. Me gustan las mujeres que cicatrizan rápido.

7. Gran orgullo y alegría generó la aparición del mandatario costarricense Oscar Arias en el programa Biography de A&E, personeros del canal y figuras de los medios locales resaltaban el gran reconocimiento que significa ser parte de este clásico espacio que inició el mítico Mike Wallace. Parte de este selecto club lo conforman también Charo, Chech & Chong, Paris Hilton, Danny Bonaducce, Lorena Bobbit, casi 100 asesinos en serie y mafiosos, así como el mismísimo Satanás.

8. La suegra ideal es a la que se le visita dos veces al año: para su cumpleaños y para el día de la madre; en el mejor de los casos al cementerio.

9. Lo malo de ser Dios es no poder escoger sus amistades.

10. ¿A que numero tengo que mandar mensajes para que se acaban de una vez para siempre los reallity shows? O por lo menos que dejen de hacerme creer que así es la realidad, yo vivo en la realidad y francamente le hace falta producción, banda sonora y gente más bonita. Si anda en búsqueda de la realidad, la prudencia recomienda que apague el televisor, redirija sus mensajes celulares y salga a la calle a convivir con los tridimensionales, uno nunca sabe, talvez y le guste.

miércoles, 14 de octubre de 2009

peRRorata

La llegada del mes de diciembre para un niño que pertenece a una familia que aspira a la clase media baja, trae consigo un tesoro maravilloso que llena los corazones de paz y una cierta sensación de esperanza. De una manera casi milagrosa la buenos deseos se materializan llenando de sonrisas cada rincón de la, hasta noviembre, apagada y mustia casa. Diciembre trae consigo el aguinaldo de los papás.

Se trata de ese salario que fue prudentemente recortado del pago mensual, por un estado que quiere que paguemos marchamos y fomentemos ese maravilloso espíritu navideño que se construye en esos pequeños talleres en donde el viejo gordo vestido de rojo suele ser el dueño gringo y los pequeños que parecen duendes suelen ser niños trabajadores de países subdesarrollados.

Y cuando llega está mas comprometido que el presupuesto estatal de Haití, y por supuesto, con este raquítico excedente no alcanzaba para financiar la existencia de Santa Claus, por tanto se nos entregaba en billetes un dinero que debía ser dividido entre los anhelados juguetes nuevos y piezas vitales de vestuario para el próximo año, como los pantalones Dynamite de ácido wash o los zapatos callejeros de zapaterías Calderón. En este balance quedaba reflejada la entrada de la pubertad, como decía mi hermano es como pasar de la hamburguesa al Big Mac, toda una grada generacional.

Fue necesaria mas de una década para descubrir la intervención de algún ser superior en la asignación de presentes durante la noche de paz. En una canasta de mimbre y forrada en una cobija de pana roja apareció una gordita divina, un pedacito del amor de Dios que llegó a mi casa con colilla navideña de mi mamá.

Todo el mundo siempre desconfió de la autenticidad de su raza, claro que ningún chihuahua era mas grueso que largo, parecía una especia de cruce entre doberman pincher y lata de atún pero no creo que exista un ser -y en esta categoría se eliminan primero todos los seres humanos- que tenga tanta capacidad de amor.

Desde el primer día aprendió a dormir en una esquina de la cama en donde no estorbara a nadie, es decir, mientras los demás estuvieran despiertos le encantaba escalar sobre el pecho de los humanos y dejarse caer pesadamente de panza; pero en el momento donde intuía que ya era hora de dormir ella se levantaba y se colocaba en el punto mas distante de la cama porque a Migor no le gustaba molestar.

Creo que fue originalmente nombrada Sandy o alguno de esos nombres horribles, pero pronto escogió ser llamada Migor como diminutivo de mi gordita, ese nombre siempre le gustó.

No quisiera hacer de esta una historia trágica, pero un día llegue a casa y encontré una nota que me redirigió al veterinario donde Migor tenía el cráneo fracturado dejando ir un poco la inflamación de un cerebro herido producto de un golpe que trato siempre de entender como un accidente. Aparentemente ella podría volver a su vida normal de amor desinteresado si lográbamos que la inflamación cerebral cediera, el cráneo soldara protegiendo lo endeble de su vidita, pero las posibilidades no eran muy buenas, cualquier otro golpe podría haber potenciado más su muy prematuro fallecimiento.

Durante tres días con sus mañanas, medios días, tardes, noches y madrugadas ella estuvo luchando en el acolchonado cuadrilátero de mi cama, tratando a rastras de encontrar una esquina en donde no estorbara nadie, por supuesto eso conllevaba a que fuera necesario evitarle el choque contra los bordes, precaución que no se podía alcanzar dormido, por tanto mis minutos de sueño siempre venían precedidos de los cortos ratos de descanso de mi gordita gladiadora.

En uno de esos últimos momentos consiguió trepar sobre mi pecho y dejarse caer lentamente de panza y colocar su pequeño hocico sobre mi hombro, yo creí que eso era un signo de mejoría, lo que pasó es que hasta ese momento se sintió cómoda para dormir a la par mía, una parte en mi todavía espera que despierte.

No se quien escribió esta frase pero la comparto plenamente: si los perros no van al cielo cuando yo me muera quiero ir donde van ellos.

Cuando la enterramos le prometí que algún día nos reencontraríamos y yo ya no seria su dueño ni ella mi perro, seriamos iguales y tendría pues la posibilidad de escogerme a mi o a cualquier otra persona para ver tele, ojala me escoja a mi porque tengo muchas ganas de ver otra película con Migor.

Ese día puse un lazo negro en mi avatar, una amiga me preguntó por quien era y le conté aproximadamente esta misma historia, se la cerraba con un detalle curioso, esa fue la primera noche en 10 años que llegue a una casa en donde no me esperaba nadie, esa fue la primera noche de mi vida que dormí solo.

Ya después de eso me ha sido imposible tener otro perro, siempre sentí que sería como tratar de sustituira a Migor, además no creo estar listo para volver a pasar por un proceso emocional tan intenso.Con esto no quiero decir que no ame a los perros o que descarte algún día vivir en una casa grande y rodeado de mil de esos pintas que andan por las calles haciendo sus perradas.

Esta peRRorata no es completamente injustificada, hoy recibí una buena noticia. Bruno y Carlota, los perros que viven con mi mamá están esperando sus primeros hijos para este diciembre... para esta navidad.

jueves, 8 de octubre de 2009

sexo, gracias

En ese momento rodábamos jadeantes por las gradas, como en una persecución pero alternada, la multiplicidad de ángulos al llegar a la curva donde se asciende a lo que imagino eran los cuartos nos permitía cogernos en cuarta dimensión.

Ni la tortuga del cuento de Carroll, ni el desarrollo globalizado de Latinoamérica avanzaban tan lento como esta masacre que iniciabamos hacía 2 horas mientras dejamos mi camisa trabada en la puerta, creo que hasta el “Bienvenidos” del felpudo lo llevaba sobrepuesto en mi malherida espalda, victima como muchas veces de un ataque licantrópico de uñas acrílicas.

Y pensar que no habían pasado cuatro horas desde que éramos un par de desconocidos, bueno todavía lo éramos, si con costo llegue a escuchar su nombre y lo recuerdo porque me parecía que la dibujaba, desde luego no lo mencionaré, si con costos logro recordar que era vasca y que lo primero que le dije fue “que bien me sentaría un pimpín con salsa verde en este momento”.

Lo que si no olvido era ese cuerpo macizo, esculpido, tallado de carne y musculo, recuerdo sus marcas de expresión de mujer que acostumbra reír, su léxico de marinero con acento eusquera y la forma compulsiva en que fumaba un cigarrillo detrás de otro.

Tampoco olvido que esa noche llegue con dos amigos al bar de siempre a lanzar dardos, que en el primer recorrido crucé a la barra, saludé al cantinero y me di cuenta que la esquina la ocupaban un par de mujeres hermosas ya grandecitas, salude de reojo y continúe con mi pichel de bebida a lanzarle tres veces al 20 y así sucesivamente hasta que decidí cambiar la diana por una móvil.

Regresamos pues a la barra, recuerdo también que el comentario se afianzó en el hecho de que esa noche éramos tres cocineros los improvisados dardistas, una buena entrada afianza el camino y claro que ella era una esplendida conversadora y en algunas ocasiones yo puedo tener cosas interesantes que decir. Rapidito la noche se fue focalizando en nosotros, al punto que mis amigos empezaron a conversar entre ellos y la amiga de ella tuvo que regresar a su vida cotidiana.

Y bueno, llega un punto donde un hombre sabe que es lo que tiene que hacer, quizás no todos pero los que nos preciamos de haber tenido vidas divertidas; dejamos todo los pudores, miedos e inseguridades en una cajetilla y no te pones romántico, galán o intenso sino llanamente vulgar, hasta cochino, ser una especie de animal visceral compuesto en un 90% de feromonas y fluidos corporales.

Y te sentís cazador cuando lo cierto del caso es que esa era un decisión que ya se había tomado por vos, cuando ella se ponía ese brillo corporal que acreditaba los quiebres sabrosos de su cuerpo de vicio y aquella pantaleta que transparentaba a negro su pubis inestimable y esos huesos de cadera que parecían un tratado de anatomía. Ya en ese momento ella había decidido coger conmigo, solo que para ese momento aun no sabia como me llamaba, o como me iba a ver (si es que ahora lo sabe, lo dudo) imagino que si había decidido sobre mi edad.

Lo imagino porque a mi primer comentario subido de tono atacó con todo su repertorio de movidas y enroques, con sus mil y una noches en la legión extranjera. Sin embargo le arruine un poco el juego de roles cuando le hice saber que si se andaba buscando un niño que impresionar buscara en otra parte así que debía empezar a verme como su igual o llamar esto una noche.

Yo por mi parte ya la venía desnudando con palabras desde que empezamos a hablar, no con mis proezas o mis atributos sexuales sino con lo que me hace débil y como me gustaría comerme esas partes de su cuerpo que no tienen nombre, como atrás de los brazos o debajo de las costillas, como me gustaría colonizar esa espaldita pequeña y lanzarla de a una mano en cualquier esquina de cualquier cuarto del mundo, como me gustaría dejar sus labios arrugaditos como pasas, como los dedos de las manos cuando se pasa mucho tiempo mojados. Cabe notar que para este momento no tenía una gota de sangre en ninguna otra parte de mi cuerpo.

Fue más o menos al tiempo en que ella me aclaró que tenía esposo, que su esposo estaba fuera del país y esa noche no tenía nada de ganas de dormir sola. El no era ni un mal hombre ni la desatendía, ni la maltrataba, ella no pensaba en dejarlo ni atravesaban ninguna crisis, en ese momento no precisábamos de ninguna justificación para abordar su camioneta blanca en dirección oeste.

Baje mi cabeza para que no la vieran sus vecinos ingresar con un desconocido, en realidad había bajado mi cabeza desde que pasamos el peaje y bueno, si me encontraban tal vez podían haberme pasado por un ginecólogo muy poco profesional o el muchacho del bikini line.

En fin, fue sexo, de ese vacio que critican en las peliculas de Keanu… de eso se trataba esto, no intercambiamos números ni piropos según lo silentemente acordado, a penas recordaba su nombre, que era estilista y cada una de las células de su babilónica piel de demonia vasca. Cuando nos despedimos antes de que clareara el día nos dijimos gracias.

Pasaron los meses y los recuerdos de la noche fueron palideciendo en el olvido y algunas historias del mismo corte pero pasó una cosa curiosa. Yo había restablecido relaciones, ahora de corte amistoso con una mi exnovia, esas que resulta mejor cambiarle el rol para no tener que dejar de verlas, pues resulta que fui a buscarla a la agencia de modelaje en la que era trabajaba.

Cuando entre a la agencia me tope con una pared en la que habían como fotos de personas con las que colaboraban, como una especie de cuadro de créditos. Note que una foto me estaba observando a los ojos, claro que era ella con el cabello corto y platinado, tan guapa como la recordaba, me quede viéndola absorto, fue tan sospechosa mi expresión que mi amiga me preguntó:

-Ah ¿Conoces a A******? Ella es estilista para la agencia, la conozco desde hace años, ella fue la que me peino para mi graduación de sexto grado de escuela-

jueves, 1 de octubre de 2009

indiGENTES

Ayer me dijo uno de esos carajos que ensucian parabrisas en los semáforos que la onda de calor era generada por Chang Díaz, que él tenía un plan para todo esto desde su laboratorio en Liberia; lo reconocía como un hombre muy inteligente porque desde hace muchos años que son amigos. Supongo se habrán conocido en el espacio, cuando Chang iba y él venía llegando a nuestro planeta.

Otra señora estaba con una sola rosa en la mano sentada en un balde volteado en donde ponía las flores que vendía, me pidió un cigarro y me dijo con una sonrisota llena de piezas perdidas: “Esta no se la puedo vender porque es para mi hija que hoy terminó los exámenes de sesto”.

Existe una creencia extraña, supongo generada por estos neo hippies que hoy nos inundan, que presume que detrás de cualquier indigente o persona en situación desfavorable existe un genio latente que atesora una caudal filosofía urbana generada por el desprendimiento material y las lecciones aprendidas. Esto generalmente no es cierto, normalmente se trata de drogadictos que han perdido gran parte de su, ya de por si limitada, capacidad craneana.

Otra cosa que me molesta del concepto de la indigencia en nuestra sociedad es el de los jovencillos de plata que piensan que cualquier mamarracho de estos agradece que le dediquen parte de su tiempo para conversarle y así poder sentirse como su igual. El punto es que usted no es su igual, usted tiene casa y generalmente trabajo, tiene gente que lo quiere y esperaría nunca verlo así; por el otro lado, él tampoco lo ve como su igual, lo ve como su proveedor de dinero y no esperan llegar a convertirse en su amigo. Quiere una moneda, no que le pregunte que lo llevó ahí.

En principio rechazo el concepto de caridad, lo que si acostumbro es remunerar los servicios prestados, pago por que me cuiden el carro, porque se lleven basura del bar o de mi casa, y a los que tienen un cajón de bolero les pago porque me lustren los zapatos.

Disfruto sentarme con un café y el periódico frente al Correo a que Carlitos me lustre los zapatos, nótese que dije lustrar, porque desde la primera vez que me acerque a preguntar por las tarifas me lo aclaró. Yo le pregunté: ¿Cuanto me cobraba por limpiarme los zapatos? y él me dijo que lo que hacía era lustrar zapatos, que “limpiarlos podía hacerlo hasta yo”. En ese momento supe que estaba negociando con la persona correcta.

Carlitos cree en los extraterrestres como una raza iluminada que se divide en dos equipos, los que nos quieren colonizar y para este fin nos analizan científicamente, y los que nos quieren ayudar a alcanzar un nivel superior de existencia. Para crear estas teorías Carlitos se basa en textos de Carl Sagan, una lectura muy subjetiva de los eventos de actualidad y el crack.

Debe saber de lo que habla porque duerme todas las noches a cielo abierto ya que realiza un delicado proceso presupuestario -la mitad es para piedra y la otra mitad la gasta en su novia- no la invita a cenar ni le compra regalos pero definitivamente el dinero lo gasta en ella. Cuando me contaba le pregunte ¿Ella es puta? Y el me dijo:

-No, no, ella trabaja de puta-

Después me decía que a él no le gustaba pedir monedas, y esa era su forma de pedir monedas, conforme pasa el tiempo han tenido que diversificar sus técnicas para seguir captando a los mismos tontos y que no se vayan dando cuenta.

El indigente más talentoso que conocí fue uno que se acercó a la ventana de Giros a pedirme una moneda, naturalmente no se la di pero si le pasé un cigarro, me dijo gracias y se iba alejando mientras cantaba:

“Twinkle, twinkle, little star,
Comme j'aimerais savoir qui tu es !
Quiero verte sin tildar
Fahn und Säbel und noch mehr,
Brilla brilla piccola stella,
When he nothing shines upon,
Lorsque le soleil disparaît
¿Estrellita donde estás?"


Le pegue un grito desde el balcón del bar y regresó con la mano lista para recibir, estaba naturalmente intrigado por conocer al indigente políglota que sabía cantar “Estrellita” en 5 idiomas. Esta famosa Nana, que se le atribuye a Mozart (evidentemente no como canción de cuna sino como un monumental adagio) ha recorrido el mundo ayudando a las mamás y papás a librarse por las noches de sus niños y ha sido traducida a un sin numero de idiomas.

El punto es que fuera quien fuera, este tipo con olor a orines y dientes triturados por masticar cable la conocía en 5 de ellos. Nosotros tomábamos un whisky con agua mientras el le empujaba a su botellita que cargaba debajo de un saco de cordurrrroy, zaaaaaaaa!!!!

Resulta que había formado parte del ejercito gringo, que era un experto en arreglar cajas de cambios de vehículos especializados, especialidad que compartía con muy pocas personas. Para conseguirlo había viajado al norte y ahí había encontrado un hogar en donde mantenía a sus dos hijas ya creciditas.

En estas labores viajo mucho y compartió con compañeros de múltiples nacionalidades y les preguntaba como se cantaba esa canción para llegar arrullar a sus hijas, que encontraban a su papá fingiendo acentos como todo un espectáculo.

El que conocía tanto de cambios no la vio venir, murió su madre y eso naturalmente lo entristeció terriblemente, viajo a Costa Rica para enterrarla y entre un “brindis por mi madre” y un trago pa olvidar se le fueron los frenos y termino dormido una noche tras otra en una calle distinta.

Ese día me comentaba como le dolía que sus hija le dieran la espalda y se avergonzarán que el fuera su padre. No pude más que preguntarle

-¿Y a usted no le avergonzaría que usted fuera su padre? Trago fuerte de la botella, tal vez era la primera vez que alguien fuera de su cabeza le preguntaba eso.

Encendió otro cigarro y me dijo:

-Vea, yo he conocido decenas de países, he conocido gente de todo tipo y he pasado por mil problemas que los demás no alcanzaría a entender jamás ¿Quiere que le diga que es lo único que he aprendido de la vida?

Preparé mi alma para ser iluminada y le presté absoluta atención.

-Lo único que aprendí en la vida fue a cantar:

“Twinkle, twinkle, little star,
Comme j'aimerais savoir qui tu es !
Quiero verte sin tildar
Fahn und Säbel und noch mehr,

Brilla brilla piccola stella,
When he nothing shines upon,
Lorsque le soleil disparaît
¿Estrellita donde estás?”