Gutiérrez Salazar, cubículo 9, Gutiérrez
Salazar, cubículo 9
-Buenas tardes, Doctor
-Pase por favor, tome asiento,
acá, en la silla café, colóquela de manera que esté usted cómodo.
-Acá le traigo los resultados del
encefalograma que me mando a hacer, la verdad no me aguanté la indiferencia y
le di una ojeada, pero como no tengo ningún conocimiento sobre eso solo
conseguí llenarme de certezas al respecto, dígame por favor que le ve porque ya
estoy tremendamente tranquilo con todo esto.
-Permítame y lo chequeamos, yo
creo que ya sé lo que pasa pero vamos a confirmarlo en la pantalla- Ah si,
definitivamente acá puedo verlo, lo ve acá?
-Que cosa?
-Ve esta especie de
protuberancias que se forman en esta área?
-Pues veo algo pero no se qué será
lo normal en estos casos
-Vea señor, no podemos en estos
casos hablar de lo normal o lo anormal, no vaya usted a sentirse como una cosa
rara.
-Bueno doctor, me da usted
demasiada confianza, de que se tratan esas pelotas?
-Bueno vea, lo que pasa es que
usted tiene una especie de inversión entre los hemisferios el cerebro, es un
asunto genético poco frecuente pero vamos a realizar otras pruebas para
determinarlo más allá de toda duda
-Eso quiere decir que tengo el
cerebro al revés?
-No, no, de ningún modo, es una
simple mala asociación pero no se vaya usted a asustar
-Pues, en realidad no me asusto
-Ajá! Lo dicho
-Que cosa?
-Eso coincide con lo que creo que
usted tiene, me va a decir usted que no siente ningún tipo de intimidación o
preocupación por lo que le estoy diciendo.
-Bueno, es que en principio confío
en usted, no veo la razón para caer en el pánico.
-Pero yo le estoy diciendo que
usted tiene un raro mal genético y no le preocupa en lo absoluto?
-Pues no encuentro la utilidad, más bien me
alegra haber venido.
-Y no siente usted apuro por
saber lo que tiene?
-Todo en su debido tiempo, más
bien creo que no es necesario para mí el saberlo.
-Vamos a realizar unas pruebas,
esta es una Carta de Ishihara. Le voy a presentar unas situaciones y me dirá
usted que es lo que va sintiendo.
-Adelante.
-Vea estos niños jugando en este
campo de flores, que le provoca?
-Me parece un poco falso, a ratos
me molesta que traten de imponer ternura con lugares comunes como este.
-Ahora vea este pobre perro flaco
y pulgoso, que le genera?
-Eso ya me provoca un poco más de
ternura, mírelo como conserva las ganas de vivir en su carne pegada al hueso.
-No pues es definitivo, ya sé que
tiene usted
-Que tengo Doctor?
-Usted tiene un padecimiento que
llamamos Daltonismo emocional.
-Daltonismo emocional? Pero si yo
veo perfectamente
-Pues eso no lo voy a discutir,
aunque tampoco lo podría asegurar, pero por ahí no va la cosa, el principio básico
es el mismo, el daltónico tiene dificultad para reconocer los colores de la
misma manera que usted tiene dificultad para identificar las emociones. Incluso
pasa por invertirlos en determinadas ocasiones.
-Bueno, me alegra mucho el saberlo,
pero como funciona eso?
-Pues vea por ejemplo, cuando
usted se enfrente a una situación de tensión se relajará, por el contrario la
calma y la paz hogareña le va a generar altos niveles de ansiedad. Cuando
reciba cariño sincero de una persona usted tendrá la necesidad de rechazarla y
alejarla, por el contrario, el desprecio y los malos tratos lo harán sentir más
interesado en esa persona.
-Vaya que interesante? Encuentro
que esto podría ser muy útil para mi vida.
-Pues es una forma positiva de verlo,
lo cual me hace pensar que le he dado una mala noticia.
-Y que debería hacer, tratar de
invertir mis emociones utilizando la razón como parámetro?
-Pues eso que dice sería lo más
sensato, de esta forma podrá usted encajar mejor con esta sociedad y no va
andar por ahí como un loco, mostrándose feliz por toda la delincuencia y el
hambre en África
-Que oportuno que me hace usted
este diagnóstico, ahora comienzo anotar los errores que he cometido en mi vida.
-Cuénteme por ejemplo.
-Pues para empezar tengo una
mujer hermosa, inteligente, atractiva por donde le vea, ella es exitosa y
convive con personas importantes. Yo de idiota ando por ahí confiando en ella y
sintiéndome orgulloso cuando lo natural sería sentirme inseguro por la
posibilidad, casi diría certeza, que me esté siendo infiel o vaya a dejarme. Yo
de imbécil le aplaudía sus logros cuando la cosa natural que hacer era tratar
de socavar su éxito para no ponerme en una situación de riesgo.
-Ya ve usted como el daltonismo le
ha estado afectando su vida.
-Y vea usted por ejemplo, yo
venía para acá con una sonrisa, de no haberme usted explicado bien este método
saldría de acá con la misma sonrisa con que llegué.
-Entiende usted lo inadecuado que
sería eso en esta sociedad?
-Lo entiendo ahora, de hecho estoy experimentando un episodio muy fuerte
de daltonismo emocional en este momento.
De que se trata?
-Debería estar agradecido con
usted por encontrar mi enfermedad, pero mi afección insiste en hacerlo ver como
el hijo de puta que se acaba de cagar en mi vida.