Un grupo empresarial muy socialmente responsable le presenta hoy al presidente una serie de recomendaciones para mejorar la situación del país, luego de un consecuente análisis dicen que la clave para salvarnos del inminente apocalipsis está en dejar de pagar anualidades, acabar con la dedicación exclusiva y no reconocerle a los empleados su preparación académica, si estas condiciones no se cumplen ellos no estarían dispuestos a tener ningún tipo de conversación en materia fiscal. Esto significa llevar a la mitad el salario de los profesionales del estado, quienes van a tomar esto con agrado, porque el mejoramiento de la situación del país va a hacer que los alquileres y todos los demás bienes y servicios de la sociedad se reduzcan a mucho menos de la mitad, no se ven venir huelgas ni nada ante lo justo y pertinente que sean empresarios privados los que marquen la pauta en materia de garantías laborales.
Estos son los mismos grupos empresariales que exigen trabajadores con mejor nivel de inglés, servicios más baratos, proliferación de zonas francas, condiciones de seguridad y estabilidad política y se sienten acosados por el fisco y expulsados por la tramitología y los abusivos salarios mínimos, incapaces de competir con los 100 mil pesos al mes que pagarían en Nicaragua. Ya con estas recomendaciones podemos caer en la cuenta que lo único que necesita hacer el estado es recaudar menos dinero y gastar más, pero sin endeudarse o agravar las condiciones sociales del país, o agravándolas pero de manera que ellos no los vean y no les estorbe.
Adicionalmente, Otto Guevara salta en la defensa de los pobres pescadores de las costas costarricenses que tienen su parcelita frente a las playas del pacífico norte, cuyos ingresos apenas le permiten subsistir en Tamarindo y Flamingo, y dice que es una barbaridad que tengan que actualizar el valor fiscal de sus propiedades cada 5 años. Todos sabemos que la línea costera está en manos de pescadores artesanales y no de los grandes desarrolladores turísticos internacionales.
Que suerte que este padre de la patria nos señala lo indebido que es la actualización del valor real de las propiedades, era mucho mejor cuando la gente tenía casas reportadas por 100 mil pesos, máxime los latifundistas, dueños de quebradores, que con costos pueden mantener sus estilo de vida y las capacitaciones de su partido.
Queda claro que todo el peso del déficit fiscal debe cubrirlo el sector público por comer tanta papaya.
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